Habitantes de Shanghai, ciudad confinada por un brote de covid-19 en China, se enfrentaron a policías que les pedían ceder sus apartamentos para confinar a pacientes contagiados de coronavirus.
Shanghai, una ciudad con 25 millones de habitantes y considerada como uno de los motores económicos de China, es el centro de un nuevo brote de la enfermedad que desafía a la estricta política «cero covid» que promueven las autoridades.
Confinados desde principios de abril, los habitantes se quejaron de la falta de alimentos y del excesivo celo de las autoridades en hacer cumplir las cuarentenas.
Por otra parte, las autoridades buscan conseguir miles de camas para albergar a los pacientes positivos al virus, en un momento en el que la ciudad registra aproximadamente 20 mil nuevos casos diarios.
POLICÍAS ENFRENTAN A RESIDENTES
Policía, vestida con trajes protectores, efectúan aparentemente varios arrestos, mientras los residentes acusan a las fuerzas de seguridad de «golpear a la gente».
El incidente se suscitó cuando las autoridades ordenaron a 39 personas poner a disposición sus viviendas «en respuesta a las necesidades de prevención y control de la epidemia», y albergar en sus apartamentos a pacientes afectados por el virus
Para una ciudad que registra 20 mil casos al día, centros de exhibición y escuelas también han sido convertidos en instalaciones de cuarentena. También se han montado hospitales improvisados.
LAS QUEJAS EN LAS CALLES Y EN LAS REDES SOCIALES
Habitantes han recurrido a las redes sociales para quejarse sobre las restricciones y la falta de alimento y suministros; el número de quejas está siendo tan alto que está dificultando la labor de los moderadores.
Ante el bajo número de casos graves, residentes se han cuestionado si el confinamiento es necesario pues las personas deben ordenar comida y agua y deben esperar por los envíos del gobierno de vegetales, carne y huevos.
FALTA DE SUMINISTROS
La saturación ya se hace presente en los servicios de entrega, los sitios web de las tiendas de comestibles y hasta la distribución de los suministros del gobierno.
Incluso, algunos sectores manufactureros puede que se vean obligados a cerrar, al menos temporalmente, porque las compañías no están obteniendo componentes esenciales desde Shanghái.