Laredo, Tx.- Los Centros de Control de Enfermedades recomiendan una combinación de estrategias basadas en la evidencia para reducir la transmisión del SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19 (1).
Dado que el virus se transmite predominantemente por la inhalación de gotas respiratorias de personas infectadas, el uso universal de mascarillas puede ayudar a reducir la transmisión.
A partir de abril, 39 estados y el Distrito de Columbia (DC) emitieron mandatos de uso de mascarillas en 2020.
Reducir las interacciones de persona a persona evitando los espacios compartidos no esenciales, como los restaurantes, donde las interacciones suelen ser sin máscara y el distanciamiento físico (6 pies) es difícil de mantener, también puede disminuir la transmisión.
En marzo y abril del 2020, 49 estados y DC prohibieron los comedores en restaurantes, pero a mediados de junio, todos los estados y DC habían levantado estas restricciones.
Para examinar la asociación de los mandatos de mascarilla emitidos por el estado y la autorización de comer en restaurantes con los casos y muertes por COVID-19 durante el 1 de marzo al 31 de diciembre de 2020, se compararon los datos a nivel de condado sobre los mandatos de mascarilla y la reapertura de restaurantes con los cambios a nivel de condado en las tasas de crecimiento de casos y muertes por COVID-19 en relación con las fechas de implementación del mandato y de reapertura.
Los mandatos de enmascaramiento se asociaron con disminuciones en las tasas diarias de crecimiento de casos y muertes por COVID-19, días después de la implementación.
Permitir cualquier tipo de comida en los restaurantes se asoció a un aumento de las tasas de crecimiento diario de casos de COVID-19 entre 41 y 60, 61 y 80, y 81 y 100 días después de la reapertura y a un aumento de las tasas de crecimiento diario de muertes por COVID-19 entre 61 y 80 y 81 y 100 días después de la reapertura.
La aplicación de la obligación de utilizar mascarillas se asoció a una reducción de la transmisión del SRAS-CoV-2, mientras que la reapertura de los restaurantes para comer en ellos se asoció a un aumento de la transmisión.
Las políticas que exigen el uso universal de mascarillas y restringen las comidas en los restaurantes son componentes importantes de una estrategia integral para reducir la exposición al SRAS-CoV-2 y su transmisión.
Estos esfuerzos son cada vez más importantes dada la aparición de variantes de SARS-CoV-2 altamente transmisibles en los Estados Unidos.