La alta demanda de sangre en accidentes, cirugías y enfermedades ha generado escasez y expuesto a familias de Nuevo Laredo a fraudes y retrasos en la atención
La falta de un banco de sangre público en Nuevo Laredo continúa poniendo en situación vulnerable a pacientes y familiares que requieren de manera urgente unidades sanguíneas para cirugías, accidentes o tratamientos médicos. Conseguir sangre es un proceso complicado y costoso, que incluso ha derivado en casos de fraude contra familias desesperadas.
De acuerdo con el director del Hospital General de Nuevo Laredo, Dr. Francisco Ochoa, existen pacientes que llegan a necesitar hasta 10 unidades de sangre, particularmente en casos de personas accidentadas. Ante la falta de un banco local, las unidades obtenidas deben enviarse a Ciudad Victoria para análisis y validación, lo que retrasa su disponibilidad.
“Hemos tenido casos de pacientes que requieren hasta diez unidades de sangre, sobre todo los accidentados. La gente ha donado, gracias al trabajo del personal,
pero la sangre debe enviarse a Victoria para las pruebas y luego regresar lista para su uso. Definitivamente sí se requiere un banco de sangre aquí”, señaló el médico.
FRAUDES Y DIFICULTADES PARA CONSEGUIR DONADORES
Cuando una familia necesita sangre, suele iniciar una búsqueda urgente de donadores e incluso ofrecer gratificaciones económicas para obtenerla, especialmente cuando se trata de tipos menos comunes, como A+, debido a la escasez de voluntarios. En algunos casos, familiares han sido víctimas de fraude al depositar dinero
a supuestos donadores que finalmente no se presentan.
CAPACIDAD LIMITADA Y PROCESOS DESGASTANTES
Aunque el Hospital General cuenta con equipo para recibir donaciones, los donadores deben acudir primero al Hospital Civil para realizar estudios, y posteriormente presentarse en el General para completar la extracción, lo que desalienta a posibles donantes altruistas.
UN PROYECTO ESENCIAL PARA LA FRONTERA
Actualmente existen bancos de sangre privados en la ciudad, y aunque instituciones como la Cruz Roja han intentado operar uno propio, han enfrentado obstáculos
administrativos en materia de licencias sanitarias, según indicó Ochoa.
El establecimiento de un banco de sangre público permitiría que la población sepa exactamente dónde donar y tendría un impacto directo en salvar vidas mediante:
DISPONIBILIDAD INMEDIATA DE COMPONENTES SANGUÍNEOS
Menor riesgo de fraude
Procesos médicos más ágiles
Mayor cultura de donación voluntaria









