En un intento por evitar una guerra comercial a gran escala, la Unión Europea decidió extender hasta principios de agosto la suspensión de los aranceles de represalia contra Estados Unidos. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, confirmó ayer que Bruselas seguirá apostando por el diálogo para alcanzar un acuerdo comercial justo, pese a las nuevas presiones arancelarias impulsadas por la administración de Donald Trump.
Von der Leyen explicó que la extensión de la moratoria responde a la reciente notificación de Washington, que advirtió la entrada en vigor de aranceles del 30% a partir del 1 de agosto para todos los productos europeos y mexicanos, a menos que se logre un pacto antes de esa fecha. La funcionaria enfatizó que Europa “prefiere una solución negociada”, aunque advirtió que se mantienen listas medidas de respuesta equivalentes para defender los intereses de la región.
Esta decisión se da en medio de la tensión generada por la imposición previa de aranceles del 25% sobre el acero y el aluminio europeos, una medida que sigue sin resolverse por completo desde la primera administración Trump. En total, la UE mantiene listos aranceles a productos estadounidenses por un valor estimado de 21 mil millones de euros, que ahora quedan en pausa como gesto de apertura para destrabar la mesa de negociación.
Los líderes europeos subrayaron los riesgos de escalar la disputa comercial. El canciller alemán, Friedrich Merz, advirtió que la imposición efectiva de aranceles de 30% dañaría severamente a los exportadores del bloque, mientras que la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, alertó que una “guerra comercial dentro de Occidente nos debilitaría a todos”, especialmente frente a retos globales como la competencia de China y los desafíos energéticos.
El impacto potencial de los aranceles estadounidenses alcanzaría sectores clave de la economía europea: la industria automotriz, la aeronáutica, la gastronomía, los vinos y licores, además de marcas de lujo y cosmética. Solo en 2024, la industria automotriz del bloque exportó cerca de 750 mil vehículos a EE. UU., con un valor superior a los 38 mil millones de euros. Gigantes como LVMH y L’Oréal, que generan hasta 38% de sus ingresos anuales en el mercado estadounidense, también figuran entre los más expuestos.
Por su parte, Trump justifica su postura alegando que la Unión Europea mantiene un excedente comercial de 50 mil millones de euros con Estados Unidos, aunque la balanza se invierte en el sector de servicios, donde los europeos enfrentan un déficit de 150 mil millones.
A menos de un mes de la fecha límite, la UE busca mantener la calma mientras deja claro que, de no alcanzarse un acuerdo que equilibre la balanza, está lista para responder con contramedidas proporcionadas para proteger su economía y la competitividad de sus principales industrias.