El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, partió esta mañana rumbo a Anchorage, Alaska, donde sostendrá un encuentro con su homólogo ruso, Vladímir Putin, con el objetivo de buscar un alto al fuego en la guerra de Ucrania y avanzar en acuerdos sobre control de armas estratégicas.
“No estoy aquí para negociar por Ucrania. Estoy aquí para hacer que se sienten a la mesa”, declaró Trump a la prensa a bordo del Air Force One, subrayando que su prioridad es iniciar un diálogo directo entre las partes en conflicto.
La delegación estadounidense incluye al secretario de Estado, Marco Rubio; el secretario del Tesoro, Scott Bessent; el secretario de Comercio, Howard Lutnick, y el director de la CIA, John Ratcliffe.
La reunión se llevará a cabo a las 11:00 horas tiempo local (13:30 horas de la Ciudad de México) en la base militar Elmendorf-Richardson, un recinto con fuerte carga simbólica por su papel como punto de vigilancia y disuasión contra la Unión Soviética durante la Guerra Fría. Autoridades locales, encabezadas por la alcaldesa de Anchorage, Suzanne LaFrance, señalaron que el operativo de seguridad es de máxima prioridad y que se trabaja en estrecha coordinación con la Casa Blanca y las fuerzas armadas.
Previo al encuentro, Putin reconoció los “esfuerzos sinceros” de la administración estadounidense en temas de control nuclear y sugirió que Moscú y Washington podrían alcanzar acuerdos beneficiosos para ambas naciones. También dejó abierta la posibilidad de que Estados Unidos tenga acceso a minerales raros, incluidos aquellos en zonas de Ucrania actualmente bajo ocupación rusa.
Este encuentro podría marcar un punto de inflexión en las relaciones bilaterales, que han estado tensas desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en 2022, y representa la primera reunión presencial entre ambos mandatarios desde que Trump retomó la presidencia.