Durante la última etapa de su gira por Oriente Medio, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se comprometió a estrechar la cooperación con los Emiratos Árabes Unidos, especialmente en el desarrollo conjunto de inteligencia artificial. En Abu Dabi, Trump se reunió con el jeque Mohamed bin Zayed Al Nahyan, presidente de los Emiratos, con quien discutió diversos temas de interés estratégico, destacando el compromiso de ambos países por profundizar en la innovación tecnológica como un eje clave del futuro bilateral.
Trump aseguró que la relación entre ambas naciones «será cada vez mayor y mejor», y recordó con entusiasmo la reciente visita del jeque Tahnoon bin Zayed Al Nahyan a Washington, donde se reiteró el compromiso de EAU de invertir 1.4 billones de dólares en territorio estadounidense durante la próxima década. El jeque Tahnoon, hermano del presidente emiratí, también funge como asesor de seguridad nacional y es presidente de dos fondos soberanos clave en Abu Dabi, lo que refuerza la capacidad financiera de esta alianza estratégica.
Además, el viaje de Trump incluyó gestiones diplomáticas más amplias. El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, sostuvo una reunión con el canciller sirio Asad al Chaibani en Antalya, Turquía, en el marco de una cumbre de la OTAN, abordando la posible normalización de relaciones bilaterales luego del anuncio del levantamiento de sanciones contra Damasco.
Estos movimientos sugieren que la administración estadounidense busca un reordenamiento diplomático y económico en la región, con el impulso de la tecnología como bandera, y abriendo caminos para posibles acuerdos multilaterales que incluyan desarrollo, seguridad e inversión. Con la mirada puesta en el fortalecimiento de la presencia estadounidense en Oriente Medio, Trump apuesta por una estrategia que combina innovación y diplomacia para redefinir las alianzas en un entorno global cada vez más competitivo.