Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, expresó su disgusto por la orden de silencio impuesta en su juicio penal por supuestos pagos encubiertos relacionados con la exactriz de cine para adultos, Stormy Daniels. Criticó la restricción como inconstitucional y lamentó su limitada capacidad para hablar públicamente sobre el caso, argumentando que le gustaría discutir libremente los temas en mente.
La orden de silencio, impuesta debido a los ataques de Trump contra testigos y miembros del jurado, lo dejó frustrado, especialmente porque considera que la situación le impide llevar a cabo una campaña política activa. Mientras Trump se encuentra en el tribunal, se quejó de que su rival político, el presidente Joe Biden, está libre para hacer campaña, lo que considera una desventaja para él.
El juicio, donde se le acusa de falsificar documentos contables para ocultar pagos a Stormy Daniels durante la campaña presidencial de 2016, ha llevado a Trump a enfrentarse a restricciones que limitan su libertad de expresión. Aunque criticó la orden de silencio como una interferencia en su candidatura presidencial y calificó al juez Merchan como «corrupto», Trump se encuentra obligado a cumplir con las restricciones impuestas por el tribunal mientras continúa el proceso judicial.