El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso una nueva orden ejecutiva que prohíbe el ingreso de ciudadanos de 12 países y restringe la entrada de otros siete, argumentando motivos de seguridad nacional para prevenir el ingreso de supuestos terroristas extranjeros. La medida, que entrará en vigor el 9 de junio, afecta de manera total a países como Afganistán, Irán, Haití, Somalia, Sudán y Yemen, mientras que impone restricciones parciales a naciones como Cuba, Venezuela y Togo.
Aunque el veto abarca áreas como residencia, turismo, estudios y actividades comerciales, se contemplan excepciones cuando se determine que la entrada de una persona beneficia los intereses de Estados Unidos. También quedan fuera del veto los atletas que participen en el Mundial de 2026 o los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Trump justificó la medida tras un ataque en Colorado presuntamente cometido por un migrante egipcio indocumentado.
Además, firmó una orden que suspende durante seis meses la emisión de visas para nuevos estudiantes de Harvard y amenazó con retirar la acreditación académica a Columbia, bajo el argumento de que estas instituciones ignoran el antisemitismo y fomentan ideologías liberales. Según el documento, el veto a Cuba se debe a su falta de cooperación con EE.UU., y en el caso de Venezuela, por no contar con un sistema confiable para emitir documentos oficiales.
También se ordenó intensificar la vigilancia sobre migrantes con visas vencidas, así como reactivar líneas telefónicas de denuncia contra indocumentados. Esta nueva política ha sido comparada con la controversial “prohibición musulmana” impuesta por Trump en su primer mandato, y ha generado fuerte rechazo de parte de sectores académicos, políticos y defensores de derechos humanos, al considerar que criminaliza la migración y atenta contra la legalidad internacional.
Harvard ya respondió públicamente que protegerá a sus estudiantes internacionales, calificando la medida como una violación a sus derechos constitucionales. La decisión también podría tener implicaciones económicas y diplomáticas, al tensar relaciones con varios países incluidos en la lista.