El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este domingo que no habrá más prórrogas para la imposición de aranceles a casi 200 países que no lleguen a un nuevo acuerdo comercial con Washington antes del 9 de julio. En entrevista con Fox News, Trump reiteró su intención de enviar cartas formales a cada nación, detallando los montos de los gravámenes que deberán pagar si desean mantener el acceso al mercado estadounidense.
“Me gustaría enviarles una carta muy bonita diciendo: ‘Felicidades, puedes comerciar con Estados Unidos, pero vas a pagar aranceles de 25 %, 40 % o 50 %’”, afirmó el mandatario, subrayando que el envío de estas cartas marcará el fin de las negociaciones. Aunque esta medida ya se había mencionado en mayo y junio, Trump aseguró que ahora sí se concretará “pronto”.
Desde el llamado Día de la Liberación, el 2 de abril, Trump impuso aranceles generalizados como parte de su estrategia de presión para renegociar acuerdos bilaterales más favorables para Estados Unidos. Hasta ahora, solo Reino Unido y China han cerrado pactos con la Casa Blanca. Sin embargo, el acuerdo con Pekín sigue en vilo, pues el Ministerio de Comercio chino advirtió que no aceptará condiciones que afecten sus intereses fundamentales.
En la misma entrevista, Trump abordó otros temas clave de su política exterior. Confirmó que ya tiene un comprador para TikTok, aplicación que enfrenta una inminente prohibición por sus vínculos con China, aunque no reveló nombres y prometió más detalles en dos semanas. También sugirió la posibilidad de aliviar sanciones a Irán si demuestra voluntad pacífica y habló de su intención de reforzar la normalización de relaciones entre Israel y otros países, incluyendo un eventual levantamiento de sanciones a Siria tras un cambio de régimen.
La firme postura de Trump refleja su estrategia de combinar sanciones, aranceles y negociaciones para afianzar la posición de Estados Unidos en la escena global, aun a costa de tensiones con socios históricos. Para muchos países, la fecha límite del 9 de julio representa la última oportunidad para evitar gravámenes que podrían impactar significativamente sus economías.