Rusia comenzó hoy en la península de Crimea el anunciado repliegue de las tropas que provocaron una escalada de la tensión con Ucrania, que ha saludado la retirada, pero ha pedido explicaciones y nuevos pasos constructivos por parte de Moscú.
«Las tropas del Distrito Militar Sur y de las fuerzas aerotransportadas que participaron en los ejercicios han comenzado a regresar a sus lugares de emplazamiento permanente», informó el Ministerio de Defensa en un comunicado.
Defensa dijo este viernes que «en estos momentos» las diferentes unidades completan su traslado hasta los aeródromos, plataformas ferroviarias y puertos de la península, anexionada por Rusia en 2014.
Ante la demanda ucraniana de confirmación del inicio del repliegue, Defensa divulgó imágenes del operativo, donde se pueden ver camiones militares subiéndose a los trenes, blindados abordando buques de asalto anfibio y soldados de las divisiones aerotransportadas ascendiendo por la rampa de aviones de transporte militar.

Shoigú anunció el jueves que parte del armamento pesado permanecerá en el polígono de Pogonovo, a unos 200 kilómetros de la frontera con Ucrania, para la participación en las maniobras Zapad-2021.
Y es que Shoigú llamó a los altos mandos rusos a vigilar de cerca las zonas donde transcurren las maniobras «Defender Europe» de la Alianza Atlántica que Moscú ha descrito como «las mayores en 30 años».
Al respecto, Defensa no informó hoy sobre el repliegue cerca de la frontera con Ucrania, donde se habrían desplegado decenas de miles de soldados, según las imágenes de satélite y las denuncias de Kiev.
DESCONFIANZA EN UCRANIA Y ESTADOS UNIDOS
«El anuncio (de Rusia) está bien, pero nos gustaría ver pasos constructivos que sean confirmados por nuestra inteligencia y la de la OTAN», replicó un desconfiado Dmitro Kuleba, el ministro de Exteriores de Ucrania.
Kuleba, que había alertado hace semanas sobre una posible agresión rusa, advirtió de que la retirada de las tropas rusas de la frontera es «positiva», ya que reduce la tensión, pero no frena la escalada ni el conflicto en el Donbás, donde el Ejército ucraniano y los separatistas apoyados por Moscú se enfrentan desde 2014.
«Esas tropas no sólo llegaron hasta nuestras fronteras y ahora deben dar la vuelta. Efectuaron unas peligrosas maniobras y crearon un peligro real para Ucrania», dijo.
Por ello, añadió, Rusia debe explicar a Ucrania y a la comunidad internacional «para qué necesitaba trasladar tal número de tropas y armamento ofensivo a la frontera con Ucrania».
«Ucrania llama a sus socios a no bajar la guardia, seguir de cerca la situación y adoptar medidas para contener a Rusia», agregó.
En la misma línea, el portavoz del Departamento de Estado de Washington, Ned Price, aseguró que Estados Unidos quiere hechos, y resaltó que la Administración del presidente Joe Biden seguirá ayudando a Kiev ante la «agresión de Rusia», incluido con armamento «letal».