Más de tres mil operadores en Nuevo Laredo no pueden trabajar por el rezago en los trámites de licencias federales y la escasez de placas provocada por el cambio de proveedor.
El sector transportista enfrenta una nueva crisis derivada de la falta de placas federales y de módulos para realizar los exámenes médicos requeridos para la obtención o renovación de licencias de operador, lo que mantiene a más de tres mil choferes en espera de completar su trámite.
Pedro Lozano Martínez, presidente de la Asociación de Transportistas de Carga (ATC) en Nuevo Laredo, explicó que actualmente sólo operan dos módulos para realizar los llamados “aptos médicos”: uno de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), con capacidad para atender a 25 operadores diarios, y otro particular que procesa únicamente a cinco. Ante la demanda existente, consideró urgente habilitar al menos un tercer módulo.
“El problema con los aptos médicos se agravó desde la pandemia y no se ha resuelto. Tenemos dos módulos que son insuficientes para atender a más de tres mil operadores que necesitan renovar su licencia. Sin ese examen no se puede autorizar la licencia federal”, señaló Lozano Martínez.
Además, el dirigente transportista destacó que la falta de placas federales ha paralizado a un número importante de tractocamiones, debido a que el cambio de proveedor por parte de la SCT ha retrasado la entrega de las láminas.
“La situación es crítica, no sólo por los trámites médicos, sino también por la carencia de placas. Hay unidades detenidas por esta razón. Pedimos al gobierno federal su intervención para resolver estos temas que son prioritarios para el sector”, enfatizó el representante de la ATC.
Los transportistas ya enfrentaban afectaciones por la cancelación de visas a operadores, y ahora se suman los pendientes relacionados con licencias y placas, lo que agrava las dificultades para mantener la operatividad del sector en la principal frontera comercial del país.