Un atacante de alrededor de 20 años desencadenó un violento tiroteo en Jacksonville, Florida, dejando tres personas afrodescendientes muertas antes de suicidarse, en un acto marcado por el odio racial. El agresor dejó un manifiesto en el que expresaba su repulsiva ideología de odio hacia los afroestadounidenses.
El atacante abrió fuego en una tienda de descuentos, empleando un rifle tipo AR y un arma corta, según informó el sheriff TK Waters. El tirador, quien se había dirigido a Jacksonville desde otro lugar, envió un mensaje a su padre antes del ataque, indicándole que revisara su computadora. En esa computadora, las autoridades encontraron varios documentos que el atacante había denominado «manifiestos».
El sheriff Waters enfatizó que el atacante tenía un objetivo claro: atacar a personas negras. Tres víctimas, dos hombres y una mujer, murieron en el incidente. El tiroteo se produjo cerca de la universidad Edward Waters y, según la investigación inicial, el agresor actuó en solitario y movido por el odio racial.
Las autoridades federales, incluido el FBI, están investigando este trágico ataque como un crimen de odio. El suceso ocurrió exactamente cinco años después de otro tiroteo en Jacksonville en el que un hombre armado abrió fuego durante un torneo de videojuegos, causando dos muertes antes de suicidarse.
La alcaldesa de Jacksonville, Donna Deegan, destacó la necesidad de combatir el odio en la comunidad y prometió continuar investigando activamente este incidente. Este incidente se suma a la alarmante cifra de víctimas de violencia armada en Estados Unidos, con un total de 28,197 personas fallecidas por esta causa en lo que va del año, de acuerdo con el monitoreo de Gun Violence Archive.