Un avión de la Fuerza Aérea de Bangladesh se estrelló ayer contra una escuela en Daca, capital del país, dejando al menos 20 personas muertas y más de 150 heridas. La mayoría de las víctimas son estudiantes de entre 8 y 12 años.
El accidente ocurrió durante un vuelo de entrenamiento cuando el caza F7 BGI, de fabricación china, impactó contra las instalaciones de la Milestone School and College, ubicada en el noroeste de la ciudad. De acuerdo con las autoridades, la aeronave despegó a las 13:06 horas locales y presentó un problema técnico poco después del despegue.
El piloto, Tukir Islam Sagar, intentó sin éxito desviar el avión de las zonas pobladas. Murió a causa de las heridas sufridas en el impacto. Videos en redes sociales captaron el caos inmediato tras el accidente, con personas corriendo en busca de sobrevivientes entre los escombros.
El Instituto Nacional de Quemados informó que al menos 171 personas resultaron heridas, muchas de ellas de gravedad. Una veintena se encuentra en estado crítico. Padres de familia se desplazaron hasta los hospitales para intentar localizar a sus hijos.
La catástrofe se considera la más letal en el país en décadas. En 1984, otro accidente aéreo en Daca dejó 49 muertos. Además, es el cuarto incidente en el que se ve involucrado un F7 de la Fuerza Aérea de Bangladesh, con al menos 15 muertes registradas por esta clase de aeronaves en los últimos 20 años.
El F7 BGI, desarrollado por la Chengdu Aircraft Corporation, es una versión avanzada del Chengdu J-7, inspirado en el MiG-21 soviético. Bangladesh adquirió 16 unidades entre 2011 y 2013 como parte de su modernización militar.
Estudiantes presentes durante el accidente describieron escenas de pánico. “Hubo un gran estruendo. Sentimos una sacudida como un terremoto y luego todo se incendió”, relató Shafiur Rahman Shafi, alumno de 18 años.
Equipos de rescate trabajaron durante horas para sacar a víctimas de los escombros. El líder interino del país y premio Nobel de la Paz, Muhammad Yunus, expresó su “profunda tristeza” y se comprometió a realizar una investigación. También el primer ministro de India, Narendra Modi, manifestó su pesar y ofreció ayuda a Bangladesh.
La tragedia ha dejado una profunda huella en la nación, con llamados a revisar la seguridad de los entrenamientos militares cerca de zonas urbanas.