El boxeo japonés vive uno de sus momentos más oscuros tras la velada Dynamic Glove on U-Next Vol. 35, celebrada el pasado 2 de agosto en Tokio. En apenas una semana, dos pugilistas han perdido la vida y un tercero lucha por sobrevivir.
Shigetoshi Kotari, de tan solo 28 años, subió al ring para disputar el título superpluma de la Federación de Boxeo de Oriente y Pacífico. Días después, las lesiones sufridas en combate le arrebataron la vida. La Organización Mundial de Boxeo (OMB) expresó su pesar en redes sociales:
“Un guerrero en el ring. Un luchador de espíritu. Se fue demasiado pronto. Nuestros pensamientos y oraciones están con su familia, su equipo y toda la comunidad boxística japonesa”.
Apenas el 9 de agosto, la OMB volvió a vestirse de luto: Hiromasa Urakawa, quien también participó en la misma cartelera, murió tras una cirugía. El organismo lamentó el golpe que sufre el pugilismo nipón:
“Esta desgarradora noticia llega apenas unos días después del fallecimiento de Shigetoshi Kotari. Extendemos nuestras más profundas condolencias a las familias, amigos y la comunidad de boxeo japonesa durante este momento increíblemente difícil”.
Yamato Hata, entre la vida y la muerte
La tragedia no se detiene ahí. Yamato Hata, rival de Kotari aquella noche, permanece en coma, según confirmaron medios japoneses. Su condición crítica aumenta la tensión sobre lo ocurrido en el evento.
Las autoridades deportivas y organizadores del Dynamic Glove on U-Next Vol. 35 enfrentan ahora una creciente presión para explicar cómo tres peleadores terminaron en situaciones tan graves tras la misma función.
La investigación busca respuestas que ayuden a entender qué falló en una velada que, en lugar de gloria, dejó luto en el boxeo del país del sol naciente.