Han pasado casi tres décadas desde que Woody, Buzz y compañía se ganaron un lugar en el corazón de millones de niños y adultos alrededor del mundo.
Hoy, Toy Story se prepara para volver a las salas de cine con una nueva entrega que no solo promete nostalgia, sino también una reflexión profunda sobre cómo ha cambiado la niñez.
En 2026, justo cuando se cumplan 31 años de su primera película, Pixar lanzará la quinta entrega de esta emblemática saga, que buscará reconectar con nuevas generaciones sin dejar de lado a quienes crecieron con ella.
Y es que Toy Story no solo marcó un antes y un después en la animación, sino también en la manera de contar historias universales: amistad, abandono, pertenencia y crecimiento. Según Mónica Vidaurri, directora de Marketing y Contenido de Estudio de Disney México, esta nueva cinta tocará temas actuales como la relación entre niños y tecnología, mostrando cómo los juguetes tradicionales compiten ahora con pantallas, tablets y redes sociales.
“La historia nos trae una realidad muy actual: los niños ya no dejan sus juguetes sólo por crecer, los dejan porque hay una pantalla que capta toda su atención. Pero esta película también hablará a los padres, para recordarles el valor de jugar y compartir con imaginación”, expresó Vidaurri.
Luis Lomelí, vicepresidente de productos de consumo de Disney, confirmó que además de los personajes clásicos como Woody y Jessie, se sumarán nuevas figuras que aparecerán en juguetes, plataformas digitales y contenidos especiales.
El objetivo: volver a conectar física y emocionalmente con el público, tal como lo hizo en 1995. La cinta incluirá nuevas tecnologías de animación, aunque sin perder la estética detallada que caracteriza a Pixar.
Se trata, según los propios productores, de una mezcla entre evolución técnica y fidelidad al corazón de la franquicia.
Además del estreno en cines, la compañía planea una campaña multiplataforma que incluirá experiencias inmersivas, productos coleccionables y eventos temáticos que celebren la historia de Toy Story.
En paralelo, Disney+ seguirá impulsando los contenidos previos, manteniendo viva la conversación entre generaciones.
“Ir al cine a ver Toy Story no es sólo ver una película. Es revivir tu infancia, compartirla con tus hijos, y salir con la sensación de que, a pesar del tiempo, los juguetes todavía tienen algo que enseñarnos”, concluyó Lomelí.