La tormenta tropical ‘Alberto’ trajo un respiro a Nuevo León, donde la sequía había dejado las presas en una situación crítica. Las intensas lluvias provocadas por este fenómeno meteorológico elevaron significativamente el nivel de los embalses, registrando precipitaciones de más de 500 milímetros en algunas áreas. Estas lluvias fueron vitales para la recuperación de las presas del estado, evitando una crisis hídrica inminente.
El gobernador de Nuevo León, Samuel García, ofreció un balance detallado sobre el impacto de ‘Alberto’ en una rueda de prensa. García señaló que, además de los 500 milímetros de lluvia ya registrados, se esperan entre 100 y 150 milímetros adicionales para el fin de semana, debido a la formación de un nuevo ciclón que podría llegar al estado el domingo. Aunque este nuevo ciclón no será tan intenso como ‘Alberto’, cualquier perturbación podría traer más precipitaciones, lo que beneficiaría aún más a las presas.
Las lluvias derivadas de ‘Alberto’ no solo ayudaron a mitigar la sequía, sino que también causaron algunos daños en infraestructuras. Sin embargo, las labores normales en el estado se reanudaron el 21 de junio, con una alta recomendación para mantener el home office y evitar salir si no es necesario. Las clases se reactivarán el próximo lunes para garantizar la seguridad de los estudiantes.
En cuanto a la captación de agua en las presas, el gobernador informó sobre la situación actual de los principales embalses de Nuevo León. La Presa Cerro Prieto en Linares se encuentra al 30% de su capacidad, mientras que La Boca alcanzó el 105% y está desfogando agua hacia El Cuchillo, que tiene 512 millones de metros cúbicos, equivalente al 45% de su capacidad y se espera que llegue al 50% al mediodía. Por otro lado, la Presa Libertad está al 22% de su capacidad.
La llegada de ‘Alberto’ representa un alivio significativo para el estado de Nuevo León, demostrando la importancia de estar preparados para aprovechar las precipitaciones en épocas de sequía. La gestión del agua y la planificación ante fenómenos meteorológicos extremos siguen siendo cruciales para enfrentar los desafíos climáticos que afectan a la región.
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