Las altas temperaturas dejan una estela de tragedia, incendios forestales, colapsos sanitarios y una creciente preocupación en las autoridades por su impacto prolongado
En España, murieron dos personas en un incendio forestal en Cataluña y otras dos por golpes de calor en Extremadura y Córdoba. Francia reportó dos fallecidos y más de 300 hospitalizados, mientras mantiene alerta roja en varias regiones.
En Italia, dos hombres mayores murieron en playas de Cerdeña debido a las altas temperaturas. La ola de calor también forzó el cierre de un reactor nuclear en Suiza por razones de seguridad.
Las autoridades han emitido alertas rojas y recomiendan extremar precauciones ante el aumento de muertes relacionadas con el clima. Las temperaturas récord que se están registrando anticipan un verano particularmente desafiante.
Las autoridades sanitarias europeas han hecho un llamado urgente a proteger a las personas mayores, niños y personas con enfermedades crónicas, los más vulnerables ante este tipo de fenómenos.
Lo que para muchos es sinónimo de vacaciones y sol, para otros se ha convertido en una emergencia de vida o muerte. Europa vive así uno de los capítulos más peligrosos del cambio climático en su fase más cruda y letal.
