En los últimos dos años, la temperatura media del planeta ha superado el límite simbólico de 1.5°C establecido por el Acuerdo de París, según el servicio europeo Copernicus. Este fenómeno, atribuido al cambio climático, ha llevado al 2024 a ser el año más cálido registrado desde 1850. Aunque el 2025 podría no batir nuevos récords, los expertos advierten que será uno de los tres años más calurosos de la historia.
El impacto del calentamiento global es evidente. Eventos extremos como olas de calor, inundaciones, huracanes y sequías han causado daños irreparables, con un saldo de 1,300 muertos en una ola de calor en Arabia Saudita y pérdidas económicas globales que alcanzan los 320 mil millones de dólares en 2024, según Munich Re. A nivel oceánico, las temperaturas alcanzaron un récord anual de 20.87°C, exacerbando tormentas y afectando ecosistemas marinos.
Organismos como el IPCC subrayan que limitar el calentamiento a 1.5°C puede mitigar desastres catastróficos. Sin embargo, los avances son lentos. La COP29 en Bakú no logró compromisos sólidos sobre la reducción de gases de efecto invernadero ni en la transición energética.
Ante esta crisis, expertos como Carlo Buontempo de Copernicus instan a actuar de forma inmediata para cambiar el rumbo del clima global. Sin acciones concretas, el impacto será irreversible y devastador.