El pasado domingo, aproximadamente a las 12:30 horas locales, unos 20 soldados norcoreanos cruzaron la línea de demarcación militar en la Zona Desmilitarizada (DMZ) que separa a las dos Coreas. En respuesta, el ejército de Corea del Sur realizó disparos de advertencia. Según el Estado Mayor Conjunto (JCS) de Seúl, la incursión no fue intencionada debido a la densa vegetación del área, que dificulta la visibilidad de las marcas fronterizas.
El coronel Lee Sung-jun, portavoz del JCS, explicó en una sesión informativa que los soldados norcoreanos se retiraron al norte tras los disparos de advertencia y las transmisiones por altavoz, sin mostrar movimientos inusuales. Yonhap, una agencia de noticias surcoreana, citó a un funcionario del JCS que afirmó que los soldados llevaban herramientas como picos y parecían estar perdidos.
Este incidente se produjo en un contexto de creciente tensión, con el reciente envío de miles de globos con basura desde Corea del Norte hacia el sur, en respuesta a los globos lanzados por desertores y activistas surcoreanos con folletos contra Pyongyang y paquetes de ayuda.
Corea del Sur ha reanudado actividades militares cerca de la frontera, incluida la reinstalación de altavoces, después de suspender un pacto militar intercoreano de 2018. Aunque el ejército surcoreano ha disparado advertencias anteriormente a soldados norcoreanos, la mayoría de estos incidentes han ocurrido en la disputada frontera marítima.
Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra, ya que el conflicto de 1950-53 terminó en un armisticio y no en un tratado de paz.