La presidenta Claudia Sheinbaum manifestó su desacuerdo con el trato criminal que algunos gobiernos otorgan a los migrantes, asegurando que su administración ya trabaja en una estrategia para enfrentar posibles deportaciones masivas anunciadas por Donald Trump. Durante su conferencia matutina, Sheinbaum destacó que las instituciones de justicia deben ocuparse de los casos pertinentes, dejando claro que ser migrante no equivale a ser criminal.
Este pronunciamiento surge tras las declaraciones del presidente electo de Estados Unidos, quien advirtió sobre una política estricta contra la migración irregular a partir de enero de 2025. La mandataria enfatizó que su gobierno busca garantizar el respeto a los derechos humanos y diseñar mecanismos que protejan a los migrantes mexicanos y extranjeros en caso de deportaciones. Aunque no detalló las medidas específicas, Sheinbaum afirmó que el objetivo es mantener una postura firme y humanitaria ante este desafío.
La estrategia también abordará la coordinación con gobiernos locales y organizaciones internacionales para facilitar el retorno digno de aquellos que enfrenten deportación. Además, la presidenta reiteró que tratar a los migrantes como delincuentes es inaceptable, subrayando que su enfoque estará centrado en soluciones justas y en el fortalecimiento de políticas migratorias que promuevan la inclusión.
La situación plantea un reto significativo para México, especialmente en términos de logística y recursos necesarios para recibir a los posibles deportados. La administración de Sheinbaum busca establecer un equilibrio entre la defensa de los derechos de los migrantes y la necesidad de preparar al país ante una política migratoria más estricta de Estados Unidos.