Ciudad de México.– La Secretaría de Marina-Armada de México (Semar) anunció este miércoles por la tarde la cancelación oficial de la alerta de tsunami, que había sido emitida tras el potente sismo de magnitud 8.8 registrado en la región de Petropavlovsk-Kamchatskiy, en Rusia.
A través del Centro de Alerta de Tsunamis (CAT-Semar), la dependencia informó que no se detectaron variaciones significativas en los niveles del mar en el litoral del Pacífico mexicano, por lo que no existe riesgo para la población ni para las actividades marítimo-portuarias.
“No se esperan variaciones significativas que afecten a la población o las actividades marítimo portuarias”, confirmó la Semar en su comunicado emitido a las 13:20 horas, tiempo del centro de México.
En cuanto ocurrió el terremoto, distintas agencias internacionales activaron protocolos de monitoreo ante la posibilidad de que se generara un tsunami. México, por su ubicación y costas en el Pacífico, entró en estado de prevención temporal.
La alerta incluyó zonas costeras y portuarias de varios estados: Ensenada y Punta Abreojos, en Baja California; Cabo San Lucas, en Baja California Sur; Mazatlán, Sinaloa; San Blas, Nayarit; Puerto Vallarta, Jalisco; Manzanillo, Colima; Lázaro Cárdenas, Michoacán; Acapulco, Guerrero; Salina Cruz, Oaxaca y Puerto Chiapas, en Chiapas.
Como medida precautoria, se restringieron momentáneamente las actividades en puertos de altura, principalmente para evitar riesgos con embarcaciones y labores portuarias.
La cancelación de la alerta se dio tras más de 12 horas de monitoreo constante. El CAT-Semar descartó cualquier impacto en territorio nacional y levantó las restricciones poco después del mediodía del miércoles.
Hasta el momento, no se reportan daños ni afectaciones en puertos, zonas turísticas o pesqueras a lo largo de la costa del Pacífico. Las autoridades marítimas recomendaron mantenerse informados a través de canales oficiales en caso de futuros movimientos sísmicos con potencial de impacto en costas mexicanas.
Este hecho demuestra nuevamente la coordinación del sistema nacional de protección civil y la capacidad de respuesta inmediata ante amenazas naturales de escala internacional.