Rusia condenó este jueves la decisión de Estados Unidos de desplegar misiles de largo alcance en Alemania y denunció una vuelta hacia «la Guerra Fría», en medio del conflicto entre Rusia y Ucrania, respaldada por las potencias occidentales.
El portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, declaró a la televisión estatal que Alemania, Estados Unidos, Francia y el Reino Unido están directamente implicados en el conflicto en torno a Ucrania, y que se están reviviendo todas las características de la Guerra Fría, con un enfrentamiento y una confrontación directa.
Estas declaraciones se producen en un contexto de crecientes tensiones en Europa debido a la posible adhesión de Ucrania a la OTAN. Peskov afirmó que estas acciones buscan garantizar la derrota estratégica de Rusia en el campo de batalla, pero llamó a la unidad y a utilizar todo el potencial de su país para cumplir con los objetivos de la operación militar especial en Ucrania.
La Casa Blanca anunció el miércoles que, a partir de 2026, Estados Unidos desplegará nuevo armamento en Alemania, lo que permitirá ataques a mayor distancia que los sistemas estadounidenses actuales en Europa. El jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, defendió esta decisión ante el creciente temor a una nueva carrera armamentística en su país, que aún tiene profundas cicatrices de la Guerra Fría.
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