El grupo de padres de los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapa ha sufrido una fractura significativa, dividiéndose formalmente en dos facciones. Felipe de la Cruz, quien lidera a 19 padres, ha confirmado la separación del grupo defendido por el abogado Vidulfo Rosales, citando discriminación y falta de transparencia como las principales razones.
De la Cruz explicó que su grupo no fue tomado en cuenta en reuniones y se les ocultó información crucial, lo que generó descontento y llevó a la ruptura. Como consecuencia, este grupo decidió no participar en la reciente reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional.
La división dentro del colectivo se venía gestando desde meses atrás, según se informó en febrero de 2024, cuando se denunció que existían intentos de cooptación y divisiones dentro del grupo. Vidulfo Rosales acusó a De la Cruz de ser el vehículo para estas divisiones, algo que este último niega, afirmando que su intención era mantener la unidad, pero que las circunstancias ya no lo permitieron.
Felipe de la Cruz también señaló que su grupo buscará representación legal independiente a través de la Comisión de Atención a Víctimas, ya que consideran que es un derecho que les corresponde. A pesar de la ruptura, De la Cruz insistió en que la responsabilidad de encontrar a los estudiantes recae en el gobierno, y que este debe atender por igual a ambos grupos de padres.
Esta separación ha generado tensiones dentro del colectivo, con De la Cruz acusando a Rosales de influir negativamente en los padres que se mantienen con él. La situación ha complicado aún más la búsqueda de justicia para los normalistas desaparecidos, en un caso que lleva casi diez años sin resolverse.