El candidato presidencial republicano, Ron DeSantis, se enfrentó al gobernador demócrata de California, Gavin Newsom, en un áspero debate televisado en Fox News, en el que ambos intercambiaron acusaciones y descalificaciones sobre cómo gobiernan sus respectivos estados y sus aspiraciones presidenciales.
El debate se convirtió rápidamente en un intercambio de insultos, con DeSantis llamando repetidamente a Newsom un mentiroso al mando de un estado en declive, mientras que Newsom ridiculizó a DeSantis como un matón rezagado detrás de Donald Trump en las encuestas presidenciales.
Newsom, en un tono sarcástico, desafió a DeSantis a abandonar la contienda presidencial en favor de Nikki Haley, exgobernadora de Carolina del Sur, quien supera en algunas encuestas a DeSantis como la principal alternativa a Trump.
DeSantis defendió su posición acusando a Newsom de gobernar un estado en crisis, citando la migración masiva fuera de California como un ejemplo de su supuesto fracaso.
En un intento de subrayar la supuesta mala gestión en California, DeSantis mostró un mapa que, según él, ilustraba la cantidad de desechos humanos en las calles de San Francisco. A pesar de su fuerte actuación, es improbable que este debate reviva su declinante campaña presidencial.
Aunque la campaña de Trump calificó el enfrentamiento como un esfuerzo «desesperado», DeSantis continuará con debates adicionales con otros rivales republicanos en Alabama la próxima semana, mientras busca recuperar impulso.
Analistas opinan que aunque DeSantis intentó resaltar sus logros conservadores en Florida, es poco probable que este debate altere significativamente la dinámica de la carrera por la nominación republicana.
Newsom, visto como un hábil polemista, se mantuvo firme en el debate y, aunque ha expresado respaldo a Biden, se le considera un posible contendiente presidencial. Afirmó su apoyo a Biden y criticó la prohibición de DeSantis sobre el aborto a las seis semanas en Florida, un tema políticamente controvertido para los republicanos.
El intercambio sobre diversos temas, desde la gestión estatal hasta el aborto, reflejó un choque de visiones y estrategias políticas entre ambos gobernadores, destacando sus diferencias ideológicas y aspiraciones presidenciales.









