Estados Unidos mantiene restricciones sanitarias que frenan la salida de reses; ganaderos alertan pérdidas millonarias en la frontera.
La ganadería en Tamaulipas y particularmente en la región de Nuevo Laredo atraviesa una de sus peores crisis en años debido a las restricciones sanitarias impuestas por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, que han frenado la exportación de ganado en pie desde la entidad.
De acuerdo con la Asociación Ganadera de Nuevo Laredo, actualmente permanecen sin exportarse alrededor de 50 mil cabezas de ganado en todo Tamaulipas, mientras que en esta región fronteriza se acumulan aproximadamente 5 mil, a la espera de poder cruzar al mercado estadounidense.
Rodolfo Treviño Benavides, presidente de la Asociación, explicó que la falta de autorización para utilizar estaciones cuarentenarias, tanto en la frontera de Nuevo Laredo como en Colombia, Nuevo León, ha obstaculizado cualquier intento por aliviar el embotellamiento.
“Intentamos rentar la estación cuarentenaria de Colombia, pero está vetada por autoridades estadounidenses. También se propuso reabrir la estación de Nuevo Laredo, pero es inviable porque ahora el personal sanitario norteamericano debe revisar el ganado antes de cruzar, y aquí no se cuenta con ese recurso,” detalló Treviño.
Las autoridades estadounidenses han ofrecido como única vía la exportación a través de Ojinaga, Chihuahua, sin embargo, los plazos establecidos —de apenas cinco días— resultan imposibles de cumplir debido a la distancia y los tiempos de inspección.
El resultado ha sido la venta del ganado en el mercado nacional, donde los precios son considerablemente más bajos. La Asociación reporta pérdidas de hasta un 25% en la utilidad por cada res.
El sector ganadero regional exige a las autoridades federales gestionar con urgencia la reapertura de puntos de exportación más cercanos, para evitar que la crisis se prolongue y continúe afectando a un sector que ya enfrenta desafíos acumulados desde años anteriores.
