Seis mujeres que intentaban cruzar la frontera nadando a través del río Bravo, quedaron varadas debido a la intensa corriente, siendo rescatadas por un héroe anónimo.
En el grupo se encontraban tres niñas. Así mismo, al verse atrapadas empezaron a gritar de desesperación, y un ciudadano que rondaba cerca de la orilla del río, arriesgó su vida y se aventó al agua para poder rescatarlas.
Sin embargo, pese al peligro que acababan de vivir, las mujeres migrantes avanzaron unos cuantos metros, donde en conjunto con otro grupo en su mayoría nicaragüenses, trataron de ingresar al río por segunda ocasión, pero fueron interceptados por las autoridades, convencidos de no poner en riesgo su vida.
