Llevan a cabo acciones de detección, orientación y acompañamiento a mujeres que enfrentan este fenómeno en Nuevo Laredo.
En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la coordinación Distrital reforzó sus acciones de detección, orientación y acompañamiento a mujeres que enfrentan situaciones de violencia en Nuevo Laredo.
Aunque estas tareas se realizan durante todo el año, noviembre representa una oportunidad crucial para visibilizar un problema que aún permanece silenciado por miedo y estigmas.
“La violencia contra la mujer es una realidad que debemos hacer visible. Ayer 25 de noviembre se conmemoró esta lucha, pero nosotros trabajamos sobre ella todo el año en las Unidades de Salud”, expresó Adriana Alonso Espiricueta, coordinadora distrital, quien destacó que en este mes se intensifican las estrategias de prevención y concientización.
Dijo que el lema este año es “El acoso y el abuso sexual no es normal, es violencia”, un mensaje que busca romper con la percepción de que ciertas conductas son “cotidianas” o “inofensivas”. Indicó que en cada Unidad de Salud se aplica una herramienta de detección a mujeres a partir de los 15 años.
En lo que va del año, se han realizado alrededor de 1,900 evaluaciones, de las cuales solo el 12 por ciento resultaron positivas a algún tipo de violencia. Sin embargo, la coordinadora advierte que esta cifra dista de reflejar la realidad.
“Aún existe temor de hablar, de decir lo que están viviendo en casa. Muchas mujeres callan por miedo a represalias o a ser juzgadas”, explicó. Cuando una paciente obtiene un resultado positivo, es canalizada al módulo especializado de la Jurisdicción Sanitaria, donde una psicóloga brinda acompañamiento y seguimiento.
Dependiendo del caso, también se coordinan atenciones con el Hospital General o el Hospital Civil, ya sea para recibir medicación, atención médica específica o intervenciones especializadas.
Dijo que los tipos de violencia más frecuentes siguen siendo la física, psicológica y económica, aunque el acoso —tema central este año— representa una problemática que no siempre se reconoce.









