En respuesta al incremento en el uso de albercas durante la actual temporada de calor, la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris) ha intensificado los operativos de supervisión y muestreo en más de 120 albercas, tanto públicas como privadas, registradas en su padrón.
Leonardo Obed López Medina, responsable de operación sanitaria de Coepris en la Jurisdicción Sanitaria V, informó que esta estrategia forma parte de un programa federal que cobra especial relevancia con la apertura de albercas municipales, privadas y de renta temporal.
“Esta semana levantamos muestreos del agua de las albercas municipales para enviarlos al laboratorio estatal”, indicó López Medina.
Además, se inició la supervisión en las albercas particulares para verificar que el agua cumpla con las especificaciones sanitarias, especialmente en lo referente a la presencia de bacterias peligrosas.
“Entre los principales riesgos que se buscan prevenir está la presencia de bacterias como acanthamoeba que puede provocar infecciones severas e incluso ceguera.
“Hay al menos tres o cuatro bacterias en las que ponemos especial atención para evitar brotes sanitarios”, advirtió. La Coepris también revisa los niveles de cloración del agua.
“No solo se verifica que no falte cloro, también que no sea excesivo, porque puede ser igualmente dañino para la salud”, agregó.
Mencionó que además de las albercas, también se supervisan restaurantes y establecimientos que almacenan agua en tinacos o cisternas, los cuales deben contar con adecuada cloración y mantenimiento para evitar la proliferación de bacterias.
Dijo que el padrón actual contempla alrededor de 120 albercas, la mayoría de ellas privadas y rentadas de forma temporal, aunque también se incluyen algunas de uso familiar exclusivo.
La detección y supervisión se realiza de manera continua y se intensifica entre los meses de mayo a septiembre.
Puntualizó que la Coepris recomienda a propietarios y usuarios revisar periódicamente los niveles de cloro, dar mantenimiento a los filtros y bombas, y asegurarse de que los sistemas de presión estén en óptimas condiciones.
“Todos los programas son permanentes, pero en esta temporada de calor hacemos énfasis especial para prevenir cualquier riesgo a la salud pública”, concluyó López Medina.