La presencia del USS Ronald Reagan a Corea del Sur para unos ejercicios militares programados, es visto por Corea del Norte como “la fase más seria” para un supuesto ataque en su contra.
Corea del Norte condenó el viernes (13.10.2023) la llegada de un portaaviones estadounidense a Corea del Sur y amenazó con destruirlo en un momento de renovadas tensiones en la península coreana.
“Es una provocación militar manifiesta que lleva la situación a circunstancias catastróficas irrevocables el que Estados Unidos persista en introducir diversos activos nucleares estratégicos en la península de Corea, donde existe la posibilidad de una colisión militar constante y el peligro de que estalle una guerra nuclear es rampante”, asegura un editorial publicado hoy por la agencia KCNA.
El jueves el portaaviones de propulsión nuclear USS Reagan llegó al puerto de Busan (320 kilómetros al sureste de Seúl) acompañado de su grupo de ataque, integrado también por el destructor USS Shoup o el crucero de misiles guiados USS Robert Smalls.
Permanecerán ahí un total de cinco días para realizar actividades de intercambio con la marina surcoreana.El despliegue es parte de la llamada “disuasión extendida o ampliada”, compromiso del Pentágono con Seúl que incluye el envío regular y rotatorio de activos estratégicos estadounidenses para responder al régimen norcoreano y desalentar futuras acciones como pruebas de armas de destrucción masiva.
El navío de propulsión nuclear está anclado en el puerto sureño de Busan tras dos días de ejercicios marítimos efectuados junto a barcos de Corea del Sur y Japón.
La agencia estatal KCNA calificó las maniobras, en que simularon la interceptación de barcos norcoreanos de contrabando, como “una provocación militar sin disimulo”.
“Han traspasado la línea roja”, dijo KCNA
El “más potente y rápido primer ataque de Corea del Norte se dará contra los medios de ‘disuasión ampliada’, utilizados por EE.UU. (…) y las bases del mal en la península coreana y sus alrededores”, añadió KCNA en un artículo en que agrega que las acciones de los aliados “han traspasado la línea roja”, que Washington “debería darse cuenta de que sus activos estratégicos han penetrado en aguas extremadamente peligrosas”.
Las amenazas norcoreanas se dieron después de la más reciente edición de los ejercicios anuales estadounidenses y surcoreanos Ulchi Freedom, que Pyongyang considera el ensayo de una invasión.
El estado mayor conjunto surcoreano anunció maniobras adicionales la próxima semana.
“El plan estadounidense para un ataque contra la RPDC (Corea del Norte) y su implementación han alcanzado la fase más seria de sistematización y visualización”, señaló el comentario de KCNA.
Corea del Norte ha argumentado que se vio obligada a desarrollar armas nucleares para hacer frente a lo que califica complots de invasión de Estados Unidos y Corea del Sur.
Corea del Norte ha realizado este año un número histórico de lanzamientos de misiles, desafiando las sanciones internacionales, y el país consagró recientemente en su constitución su condición de potencia nuclear.