El Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos (USOPC) ha implementado un cambio significativo en su política deportiva al prohibir que mujeres transgénero compitan en categorías femeninas durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. Esta modificación, vigente desde el 21 de julio de 2025, responde a la orden ejecutiva emitida por el presidente Donald Trump, titulada “Mantener a los hombres fuera de los deportes femeninos”, y forma parte de una nueva subsección dentro de la política de seguridad para atletas del USOPC, denominada “Requisitos Adicionales”. La medida busca, según el USOPC, garantizar la equidad y seguridad en las competencias femeninas, en concordancia con la Ley Ted Stevens de Deportes Olímpicos y Amateurs, promulgada en 1988, la cual regula las disputas de elegibilidad en el deporte olímpico y aficionado en EE.UU.
En un memorando dirigido al Team USA, la directora ejecutiva del USOPC, Sarah Hirshland, y el presidente Gene Sykes, señalaron que, como entidad con estatus federal, el comité tiene la obligación de cumplir con las expectativas legales impuestas por el gobierno federal. Esta resolución se da en un contexto en el que la ciudad de Los Ángeles se prepara para ser sede de los Juegos Olímpicos de 2028, lo que intensifica el escrutinio sobre la inclusión, la equidad y las políticas deportivas. La medida también fue respaldada por la Asociación Nacional de Atletismo Colegiado (NCAA), que ha reformulado sus normas para permitir únicamente la participación de atletas nacidas mujer en las categorías femeninas, alineándose con la misma orden ejecutiva presidencial.
El cambio ha generado controversia en diversos sectores sociales, especialmente entre defensores de los derechos LGBTQ+, quienes consideran que esta política excluye injustamente a las atletas transgénero de oportunidades competitivas y refuerza la discriminación institucional. Por su parte, quienes apoyan la medida argumentan que busca proteger el principio de competencia justa dentro del deporte femenino. Aunque el USOPC aseguró que continuará dialogando con diversas organizaciones e instituciones, esta nueva normativa marca un giro radical en la inclusión de atletas trans en el deporte olímpico estadounidense y podría influir en políticas similares a nivel internacional.