Los primeros vertidos de agua de la central nuclear de Fukushima, que se llevaron a cabo como parte del proceso de descarga al mar de más de 1.3 millones de metros cúbicos de agua, han resultado acordes a las expectativas y no representan un peligro para la población, según afirmó el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi.
Durante una visita a Estocolmo, Grossi mencionó: «Pudimos confirmar que los primeros vertidos de agua no contenían radionucleidos en niveles nocivos». Aunque los vertidos iniciales han cumplido con las previsiones, aseguró que el monitoreo continuará hasta que se complete el proceso de descarga.
La central nuclear de Fukushima fue devastada por un terremoto y un tsunami en 2011. El vertido al mar está siendo realizado de manera gradual y el agua es sometida a un proceso de filtración que elimina la mayoría de las sustancias radiactivas, excluyendo el tritio, que requiere de una tecnología diferente para su tratamiento.
El Organismo Internacional de Energía Atómica había aprobado el proyecto de vertido en julio y, más recientemente, se informó que la concentración de tritio en el agua estaba por debajo de los límites permitidos, incluso de acuerdo con las normativas nacionales japonesas.
Este vertido ha generado preocupación entre los pescadores japoneses y los países vecinos, como China, que suspendió la importación de productos marinos procedentes de Japón. Las tensiones también han aumentado entre Japón y China debido a acciones antijaponesas en territorio chino, como ataques a la embajada y escuelas japonesas.









