La lectura que hizo el presidente estadounidense, en declaraciones citadas por los medios de comunicación de ese país, es que “cerramos un buen negocio.
Moscú.- Tras meses de intensas negociaciones, con publicitados avances que, en medio de disputas y reproches, se tornaban en rotundos retrocesos, y viceversa, Kiev y Washington finalmente firmaron este miércoles en la capital de Estados Unidos el acuerdo para crear una fondo de inversión común para la reconstrucción de Ucrania.
Este documento, opinan analistas, representa para el gobierno ucranio de Volodymir Zelensky una simbólica victoria diplomática, la cual permite a la administración de Donald Trump, cuestionada en sondeos recientes, exhibir el primer éxito internacional que quería, a la vez que obtiene el fundamento legal para suministrar más armamento al ejército ucranio, en primer lugar sistemas de defensa antiaérea, ya como “buen negocio” y no como parte del “despilfarro” que atribuye al anterior inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden.
Firmado el miércoles en Washington por Yulia Svyrydenko, viceprimer ministra de Ucrania y titular de la cartera de Economía, y por Scott Bessent, secretario del Tesoro estadunidense, este acuerdo –bautizado por la prensa internacional como de tierras raras o de minerales y recursos energéticos– no incluye las dos condiciones iniciales, sin las cuales Kiev y Washington se negaban a negociar: ya nada se dice de las “garantías de seguridad vinculantes” que pedía Ucrania ni de la “deuda de 350 mil millones de dólares” que exigía devolver Estados Unidos.
Pero Washington podrá prestar “nueva ayuda militar”, entendida como sistemas de armamento, proyectiles y municiones, tecnologías o instrucción de militares, que será considerada como su “aportación” al fondo de reconstrucción, a cambio de tener acceso a la explotación del petróleo, gas y 57 minerales clave, entre ellos titanio, litio, berilio, manganeso, galio, uranio, circonio, grafito, apatita, fluorita y níquel.
“Estados Unidos se compromete a facilitar el fin de esta guerra insensata y cruel. Este acuerdo demuestra claramente a Rusia que la Administración Trump respalda un proceso de paz centrado en una Ucrania libre, soberana y próspera a largo plazo”, afirmó Bessent al término de la ceremonia de firma.
Y agregó que este documento “demuestra el compromiso de ambas partes (Washington y Kiev) con la paz y la prosperidad duraderas en Ucrania”, así como “para que quede claro, ningún país o particular que hayan financiado o suministrado (armas o componentes) a la maquinaria bélica rusa podrá beneficiarse de la reconstrucción de Ucrania”.
“Reducir las horas de trabajo no disminuye la productividad ni reduce el valor generado. Lo que hace es dignificar la existencia de las y los trabajadores, devolviéndoles horas de su vida.”
