Detrás de la mina “Las Conchitas” hay una serie de relaciones familiares y empresariales que pasan por la minería del carbón, la corrupción en el sexenio de Tomas Yarrington en Tamaulipas y en el de Rodrigo Medina de la Cruz en Nuevo León, así como por nexos con el financiamiento ilegal a la derecha guatemalteca.
Escenario de la tragedia donde continúan las labores para rescatar a 10 trabajadores que quedaron atrapados tras inundarse el pozo carbonero, opera bajo el título de concesión 221087 a nombre de la compañía minera El Pinabete S.A. de C.V. en cuyos accionistas están las claves del entramado político y empresarial.
Los reportes preliminares identificaron como el dueño a Régulo Zapata Jaime, político priísta cuya esposa, también dedicada a la política, Carolina Morales Iribarren, es la actual subsecretaria del Trabajo en la Región Carbonífera del gobierno estatal. Si bien la funcionaria no tiene relación directa sobre la minería del carbón, pues es competencia federal, su papel se concentra en la promoción de cultura laboral y el empleo.
Por su parte, ni Régulo Zapata Jaime ni su hijo Régulo Zapata Morales aparecen en los asientos registrales de la citada empresa. Pero la noche del miércoles 4, ocho horas después de los hechos, Zapata Morales se apersonó en el predio de “Las Conchitas”, ostentándose como propietario de la operación.
La compañía minera El Pinabete fue fundada el 18 de noviembre de 2003. Inicialmente, minería Río Sabinas era la empresa concesionaria, sin embargo, después de varios movimientos accionarios, en 2018 asumió la representación total Luis Rafael García Luna Acuña, hijo de un matrimonio de políticos tamaulipecos que en los últimos años ha incursionado en diversos negocios privados.
Tras el evento suscitado la tarde del pasado miércoles en la mina localizada en Agujita, Sabinas, Coahuila, las autoridades se reservaron la identidad de Régulo Zapata y Rafael García Luna e inclusive el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) prefirió identificar a las víctimas y omitir el nombre de la patronal.
La reserva fue tal que durante la mañanera del jueves 4, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que “ya habría tiempo para investigaciones, pues lo importante era rescatar a los trabajadores”.