El precio de la carne de res en la frontera se ha disparado de forma alarmante, alcanzando costos de entre 200 y hasta 600 pesos por kilo, sin una justificación clara, según autoridades locales.
Rubén Adrián González Villarreal, director de Desarrollo Rural en Nuevo Laredo, señaló que actualmente todo el ganado producido en México se destina al consumo nacional, debido a que la exportación a Estados Unidos continúa detenida.
Esta situación, lejos de provocar una baja en los precios, ha generado un incremento sin razón aparente.
“Los comercializadores están comprando el ganado en pie a bajo costo, pero en las carnicerías los precios siguen subiendo. No tiene lógica. Antes se podía adquirir un kilo de carne de calidad en 150 o 200 pesos. Hoy cuesta entre 400 y hasta 600 pesos”, explicó el funcionario.
Este aumento ha impactado directamente en la economía familiar. Muchas personas que antes compraban un kilo y medio de carne ahora solo adquieren medio kilo o tres cuartos, buscando no comprometer su gasto semanal.
La Dirección de Desarrollo Rural investiga las causas del encarecimiento. González Villarreal reiteró que, sin exportación y con abasto suficiente de ganado nacional, los precios deberían estabilizarse o incluso bajar.
En años anteriores, factores como la sequía justificaban los incrementos. Hoy, sin ese escenario, el alza resulta injustificada.
