Empresarios advierten que la política arancelaria de Estados Unidos y los requisitos lingüísticos para operadores agravan la parálisis del transporte de carga en la frontera.
La disminución en el movimiento de mercancías y la escasez de operadores mantienen “congelada” casi la mitad de la flotilla de autotransporte de carga, tanto del lado mexicano como del estadounidense.
En México, por los efectos derivados de las políticas arancelarias, y en Estados Unidos, por los requisitos de dominio del idioma inglés que deben cumplir los choferes.
El empresario Israel Salazar Martínez estimó que el movimiento de carga internacional ha caído alrededor de 40 por ciento, principalmente a consecuencia de la política arancelaria de Estados Unidos.
“Si algo caracteriza a Nuevo Laredo es que tiene excelentes operadores, pero no logran estabilidad laboral; son ‘flotantes’ debido a la alta demanda que existe entre las empresas transportistas locales”, señaló.
Explicó que esta inestabilidad se originó cuando hubo un exceso de carga y escasez de choferes en Estados Unidos, lo que llevó a las compañías norteamericanas a contratar operadores mexicanos.
“Todo esto se agrava ahora con la reducción en el flujo comercial internacional, especialmente en los productos sujetos a los nuevos aranceles impuestos por el gobierno estadounidense”, agregó.
De acuerdo con datos de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), la falta de operadores en México se ha agudizado en los últimos años.
Se calcula un déficit de 50 mil conductores a nivel nacional, de los cuales 15 mil corresponden a Tamaulipas y más de mil 500 al corredor de Nuevo Laredo.
En México existen alrededor de 548 mil unidades dedicadas al comercio exterior —exportación e importación—, de las cuales 100 mil están afiliadas a la Canacar, lo que permite dimensionar el problema.
A nivel local operan tres centros de capacitación: uno en el Cecati, otro en el Centro de Capacitación para el Trabajo Industrial (CECATI 193) de la Universidad Tecnológica de Nuevo Laredo, y uno más en la empresa Transportes FEMA.
No obstante, su capacidad formativa resulta insuficiente para cubrir la demanda de nuevos operadores.