El fortalecimiento del Peso mexicano ha disminuido el uso del dólar en transacciones cotidianas en la frontera, afectando a pequeños comercios y reduciendo el atractivo de compra para visitantes estadounidenses
El sostenido fortalecimiento del Peso mexicano en los últimos cuatro años ha provocado una notable disminución en el uso del dólar como moneda habitual en transacciones comerciales en la frontera, especialmente en esta ciudad.
Aunque este fenómeno no ha alejado del todo a los compradores provenientes de Estados Unidos, sí ha cambiado la dinámica de consumo en negocios que tradicionalmente operaban con dólares.
“Se acabó aquello de que, con sus dólares, podían comprar a su antojo”, expresó Fidencio Mireles Álvarez, encargado de un local en el mercado Maclovio Herrera, quien reconoció una baja en la afluencia de clientes texanos, particularmente de Laredo.
El tipo de cambio registrado ayer fue de 19.02 pesos por dólar a la compra y 20.90 a la venta, lo que ha reducido la ventaja que antes ofrecía la moneda estadounidense en la frontera.
Expertos señalan que si bien la flotación del Peso tiene ventajas como facilitar el pago de la deuda externa —al poder obtener más dólares por menos pesos—, también impacta negativamente en sectores como el comercio minorista y la recepción de remesas.
“Hoy, quienes reciben dólares por remesas obtienen menos pesos. El dinero sigue llegando, pero rinde menos”, añadió Mireles Álvarez.
En contraste, algunos analistas señalan que una paridad más equilibrada contribuye a estabilizar la economía nacional, aunque reconocen que el cambio representa un reto para las zonas que históricamente han dependido del flujo de dólares.
