La propuesta histórica de establecer dos Estados independientes para israelíes y palestinos, conocida como la solución de dos Estados, ha sido respaldada por la comunidad internacional durante décadas. Este enfoque, que tuvo sus raíces en los años 1930 y fue formalizado por la resolución 181 de la ONU en 1948, ha enfrentado desafíos y tensiones, especialmente después de la guerra árabe-israelí de 1948-1949.
A pesar de los avances, como los acuerdos de paz de Oslo en 1993, que propusieron una autonomía palestina limitada, las divisiones persisten. Mientras la Autoridad Palestina en Cisjordania aboga por una solución de dos Estados, Hamás, en control de la Franja de Gaza desde 2007, busca el retorno del territorio palestino previo a 1948.
La creación de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en 1964 marcó un hito, con el objetivo de liberar la totalidad de Palestina. Sin embargo, las guerras subsiguientes permitieron a Israel consolidar su control sobre territorios palestinos, creando tensiones internacionales.
La actualidad presenta a la ONU informando la existencia de 5.6 millones de refugiados palestinos que luchan por necesidades básicas. La ilegalidad de los asentamientos israelíes en Cisjordania y Gaza añade complejidad al conflicto, mientras que las disputas sobre Jerusalén Este profundizan las divisiones.
El dilema persistente en la región requiere la atención continua de la comunidad internacional para encontrar una solución equitativa y sostenible. La búsqueda de la paz, basada en la coexistencia de dos Estados, enfrenta obstáculos, pero sigue siendo un anhelo compartido en medio de las tensiones y desafíos que caracterizan la historia de Israel y Palestina.