Los New England Patriots conquistaron el título de la AFC Este por primera vez desde 2019 tras una victoria contundente de 42-10 sobre los New York Jets, combinada con la derrota de los Buffalo Bills ante Philadelphia.
Bajo la dirección de Mike Vrabel y el liderazgo histórico del mariscal de campo Drake Maye, el equipo logró transformar una temporada previa de 4-13 en un éxito divisional inmediato, cumpliendo los ambiciosos objetivos planteados por la gerencia desde enero.
Maye selló una actuación de ensueño al completar 19 de 21 pases para 256 yardas, cinco touchdowns y ninguna intercepción, convirtiéndose en apenas el tercer jugador en la historia de la liga en registrar cinco anotaciones con un 90 por ciento de efectividad en un solo encuentro, uniéndose a leyendas como Lynn Dickey y Frank Ryan.
Esta victoria también permitió a los Patriots finalizar la temporada regular invictos como visitantes con una marca de 8-0, una hazaña de “guerreros de la carretera” que solo habían logrado anteriormente en 2007 y 2016.
La actuación dominante de Maye, quien cerró su participación con un pase preciso al novato Efton Chism III, ha impulsado sus posibilidades para el MVP, mejorando sus momios de +300 a +180.
Con el título divisional asegurado, New England busca ahora la cima de la conferencia en la última semana contra Miami.
Si logran vencer a los Dolphins y los Denver Broncos caen ante los Chargers, los Patriots asegurarían el primer sembrado de la AFC y el beneficio del descanso en la primera ronda de los playoffs, consolidando una de las mayores sorpresas de la NFL actual.









