El Papa Francisco recibió con emoción a los médicos que le salvaron la vida tras atravesar su crisis de salud más grave desde que asumió el pontificado hace doce años. En una reunión realizada en El Vaticano, el Pontífice agradeció con voz suave y visible fragilidad a unos 70 miembros del Hospital Gemelli de Roma, quienes lo atendieron durante una hospitalización de 38 días por una severa neumonía doble.
“Gracias por vuestro servicio en el hospital. Es muy bueno. Sigan así”, expresó el Papa, respirando sin ayuda de oxígeno, en lo que representa una recuperación significativa. Aunque los especialistas le han recomendado al menos dos meses de reposo total, Francisco ha comenzado a retomar apariciones públicas, como la de este domingo, en la que tampoco requirió oxígeno.
No obstante, su participación en los eventos litúrgicos más intensos de la Semana Santa será limitada: el Vaticano ha delegado varias celebraciones religiosas a cardenales de alto rango para resguardar su salud. A sus 88 años, Jorge Mario Bergoglio ha optado por una estrategia cautelosa para reincorporarse poco a poco a sus labores, después de haber permanecido semanas sin ser visto en público.
Esta etapa marca no solo una recuperación física, sino también un gesto de humildad y cercanía al compartir personalmente su gratitud con quienes lo cuidaron. El emotivo encuentro ha sido interpretado como un signo esperanzador para los fieles, en medio de un calendario litúrgico especialmente exigente. La salud del Papa continúa siendo motivo de atención mundial, y su valentía para afrontar este proceso refleja el temple con el que ha conducido su papado.