La ONU ha emitido una denuncia alarmante sobre la situación de los hospitales y maternidades en la Franja de Gaza, acusando a Israel de llevar a cabo una destrucción “intencionada” de equipos médicos. Dos recientes misiones de la ONU en hospitales de la región han revelado un panorama desolador, con muchos centros médicos en ruinas y solo unos pocos capaces de proporcionar servicios de atención materno-infantil.
El representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) para Palestina, Dominic Allen, describió la situación como desgarradora, especialmente en el hospital Naser de la ciudad de Jan Yunis, en el sur de Gaza, que ha sido objeto de prolongados ataques militares por parte de Israel. Allen informó que encontraron equipos médicos deliberadamente dañados, incluyendo ecógrafos con cables cortados y pantallas destrozadas, lo que sugiere una destrucción intencionada y gratuita en la maternidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya había advertido sobre las dificultades para llevar material médico a Gaza incluso antes de la reciente ofensiva israelí contra el movimiento islamista Hamás. En la maternidad de Al Jair, también en Jan Yunis, se ha reportado una grave escasez de material médico funcional.
De los 36 hospitales en Gaza, solo diez continúan operativos, aunque de manera parcial. Esta situación plantea enormes desafíos para la atención médica en la región, especialmente en medio de un conflicto prolongado y devastador.
Los recientes ataques israelíes han dejado un saldo alarmante de víctimas civiles, con miles de muertos y heridos. La comunidad internacional ha instado a un cese inmediato de la violencia y a garantizar el acceso humanitario a Gaza para proporcionar la ayuda necesaria a la población afectada.