Por Javier Claudio
Claroscuro. – En eso de la creación de la nueva ruta de Monterrey hacia Laredo y demás proyectos de cooperación, algo queda muy bien en claro, que ni Nuevo León ni el Estado de Texas quieren con Tamaulipas, más bien pareciera hacerlo a un lado, para así evidenciar un antagonismo por el movimiento de comercio internacional que por años ha tenido preferencias de cruce por Nuevo Laredo, mientras que por la Unión Americana remarca de modo evidente la animadversión por el mal vecino, Tamaulipas.
Claridades. – Este proyecto de la nueva ruta data de muchos años atrás y fue Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” quien casi a su llegada le dio el impulso que se requería, al gestionar y lograr presupuesto ante el incómodo y nada grato Andrés Manuel López Obrador. Hoy llega Samuel García, como gobernador electo, y sin más toma la estafeta con firmeza y realiza el paso trazado, esto es el acercamiento con el estado de Texas, que logra además toda la colaboración necesaria. ¡Así se hace!
Aclarando. – Nuestro Estado ha sido mal visto por las sendas malas recomendaciones a lo largos de sexenios de los mandatos de Manuel Cavazos Lerma, Tomás Yarrington, Ruvalcaba, Eugenio Hernández Flores, Egidio Torre Cantú y más recientemente de Francisco Javier Cabeza de Vaca. Razones más que suficientes para no ser confiables para el gobierno de Texas y vergonzantemente prospectos permanentes de sospecha de lo ilícito en la mayoría de los ciudadanos. Triste verdad.
Clarín. – Todo esto ha sido capitalizado por el gobierno de N. León, luego de que el divorcio del estado de Texas con Tamaulipas aparece sobre la mesa. Realmente lamentable que nuestro estado no goce de probidad casi de manera genérica por el comportamiento fuera de la ley de nuestros más recientes mandatarios y cuya coyuntura acrecienta las relaciones diplomáticas Nuevo León y Texas y le abre paso no sólo a la Autopsita La Gloria-Colombia, sino al proyecto tren bala Monterrey-San Antonio.
Claro que sí. – Hace tres años, aquí citamos el tren rápido, que uniría a Nuevo León con Texas, que tendría llegada a Oklahoma y pasaría por la única frontera con que cuenta Nuevo León, como es el poblado de Colombia, ese que proyecta el Puente Internacional Solidaridad, hoy conocido como Bernardo Reyes y el mismo que es utilizado por vehículos ligeros y de carga. Sin duda esto, todo un proyecto promovido por esa admirable unidad en favor de N. León que ha sabido ser diplomático con Texas.
Claro que no. – Pero atenuamos en que dista mucho que la Aduana de Nuevo León nos llegue cuando menos a “pisar los talones” en eso del movimiento de carga internacional, toda vez que aquí tramitamos casi un 65.74 por ciento del total de tres millones 274 mil pedimentos que se manejan anualmente, contra apenas un 14.56 que registra el recinto fiscal del poblado neolonés, pero que en su paso de “tumbar caña”, recientemente quedó segundo al desbancar a las aduanas de Reynosa y Matamoros.
Clarificando. – Nuevo llamado; hay que integrar un verdadero frente común, que incluya todas las partes involucradas en el comercio internacional, esto es agentes aduanales y transportistas. Debe reforzarse esa sinergia que tiene a la Aduana de N. Laredo en la cúspide del movimiento de carga. Insistimos en no dejar que sólo la mano del Gobierno Federal nos dé luz o bien descargar todo en el alcalde en funciones. Hay que presionar para gestionar iniciativas, las que por igual deben incluir a la ciudadanía.
Sabía usted que. – Como parte de la discordia local, destaca el abismal distanciamiento entre la Aduana de Nuevo Laredo y los medios de comunicación locales, según “nada confiables” por indicación de la Administración General de Aduana (AGA), con lo que se pretende evitar la aportación de datos sobre mercancía decomisada y que son calificadas como contrabando. Fue hace más de nueve años cuando la Aduana local dio a conocer la detección de un contrabando tipo documentado, para luego caer en la secrecía.
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