Una mujer en Turquía fue arrestada tras criticar abiertamente la prohibición temporal de Instagram en el país, lo que ha generado un fuerte debate sobre la libertad de expresión. La prohibición, que duró nueve días, se implementó después de que un alto funcionario turco acusara a la plataforma de bloquear publicaciones que expresaban condolencias por la muerte de Ismail Haniyeh, líder de Hamás. Durante una entrevista en la calle, la mujer expresó su descontento con la decisión del presidente Recep Tayyip Erdogan, cuestionando su capacidad para restringir el acceso a las redes sociales.
El arresto fue ordenado por un tribunal en Izmir, bajo cargos de incitar al odio e insultar al presidente, reflejando la creciente represión en Turquía contra aquellos que critican al gobierno. La medida fue criticada por diversos sectores que ven en este tipo de acciones una amenaza a la libertad de expresión y al derecho de los ciudadanos a manifestar sus opiniones.
Instagram, propiedad de Meta Platforms, fue bloqueada el 2 de agosto, pero el acceso fue restablecido el 10 de agosto después de que la compañía acordara cooperar con las autoridades turcas. Meta celebró el levantamiento de la prohibición y reafirmó su compromiso de eliminar contenido que viole sus políticas, aunque permite ciertas excepciones bajo la consideración de interés periodístico.
Este caso ha puesto de manifiesto la tensión existente en Turquía entre la regulación gubernamental y las libertades civiles, en un contexto donde las redes sociales juegan un papel crucial en la comunicación y el comercio. Con más de 57 millones de usuarios, Turquía es uno de los mercados más grandes de Instagram, lo que subraya la importancia de este medio en la vida cotidiana de los ciudadanos turcos.