En una impactante tragedia, más de 100 personas perdieron la vida y muchas resultaron heridas durante un ataque con drones en el Colegio Militar de Homs, en el oeste de Siria. Este incidente se considera uno de los ataques más letales contra una instalación militar en años en una zona bajo el control del gobierno sirio.
Los drones llevaron a cabo el ataque poco después de que el ministro de Defensa de Siria abandonara una ceremonia de graduación en el lugar. El Ministerio de Defensa sirio ha atribuido el ataque a grupos «terroristas» que utilizaron drones, aunque no se ha especificado ninguna organización en particular y ningún grupo ha reclamado de inmediato la responsabilidad del ataque.
El ministro de Defensa sirio asistió a la ceremonia de graduación pero se retiró minutos antes del ataque. Después de la ceremonia, se produjo una explosión en el patio, causando un gran número de muertes y heridas.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, se informa de al menos 100 muertos y más de 125 heridos, incluyendo civiles. Esta tragedia destaca la persistente violencia y el conflicto en Siria, que comenzó con protestas contra el presidente Bashar al Assad en 2011 y ha evolucionado en una guerra devastadora que ha cobrado cientos de miles de vidas y ha desplazado a millones de personas.
El conflicto ha dejado al ejército sirio debilitado y dependiente del apoyo militar de Rusia e Irán, así como de grupos respaldados por Teherán provenientes de otras regiones. A pesar de la recuperación de gran parte del país por parte de Assad, una franja en el norte, cercana a Turquía, permanece en manos de grupos armados opositores, incluidos yihadistas extremistas. La situación en Siria sigue siendo volátil y altamente compleja.