Con mensajes de alerta a la comunidad latina sobre redadas contra migrantes en Houston, en su página de Facebook, Martina Grifaldo empieza su trabajo cada mañana
Houston.-”Buenos días, guerrer@s, Cuídense mucho y que hoy todo el que salga regrese con bien a su hogar”.
Con este mensaje en su página de Facebook, Martina Grifaldo empieza su trabajo: alertar a la comunidad latina sobre redadas contra migrantes en Houston.
Las detenciones de personas indocumentadas en Estados Unidos, en proceso de asilo e incluso por sus rasgos latinos, pese a contar con ciudadanía estadounidense o permiso de residencia, se han hecho comunes en los últimos meses, como parte de la política antiinmigrante y de deportaciones masivas del presidente Donald Trump.
Imágenes de agentes de inmigración rompiendo vidrios de autos para extraer a migrantes que cuestionan su detención han invadido las redes sociales en medio de denuncias de organizaciones civiles.
Martina, una mexicana de 62 años con ciudadanía estadounidense, prefirió ir más allá y, junto con Francisco Mendoza, mexicano de 57 años, y otros voluntarios, reciben reportes de posibles redadas que les envía la propia comunidad y los publican en su página de Facebook, con 171 mil seguidores.
Allí informan de las vías en donde ocurren posibles redadas en tiempo real, acompañadas de fotos y videos que los mismos usuarios envían.
Varias veces a la semana, desde las 5 de la mañana, Martina sale a patrullar, con transmisiones en vivo desde su celular, por zonas donde usualmente opera “la migra”: los barrios latinos de Houston, la cuarta ciudad más poblada de Estados Unidos y la mayor del estado de Texas, en el sur del país.
“Comenzamos como a las 5:30 o 6 de la mañana con un buenos días, la propia gente se envía bendiciones. Luego preguntamos: ¿Cómo están las carreteras?”, explica Martina, directora de la ONG Alianza Latina Internacional.
El hielo, la referencia clave Las redadas en Estados Unidos son realizadas por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, ICE, por sus siglas en inglés.
Esta palabra se traduce como “hielo” en español y se ha vuelto referencia para los latinos migrantes.
“En nuestras publicaciones ponemos una figura de un cubo de hielo junto a la de un policía, y pedimos a la gente que nos ayude reportando” por dónde andan, agrega Martina. A través de los videos que les envían sus seguidores o por constatación propia, Martina y Francisco saben que en varios casos los agentes no se identifican, no están uniformados o no traen órdenes de detención.
Los activistas creen que son cazarrecompensas, aunque las autoridades migratorias han negado que utilicen estos mecanismos. Llegan enmascarados y con un chaleco estilo militar y suelen actuar con violencia.
“Cada vez que revisamos los informes y vemos cómo tratan a nuestra gente, nos sentimos un poco… aterrorizados, porque en cualquier momento nos podría pasar”, dice Francisco Mendoza, encargado de la Gestión de Desastres en la Alianza Latina Internacional.