Estados Unidos registró en junio la cifra más baja de migrantes interceptados en la frontera con México desde que se tiene registro, según datos del Departamento de Seguridad Interior (DHS). Bajo la administración de Donald Trump, solo se detuvieron 6,070 personas intentando cruzar sin documentos, cifra que representa una reducción del 15% en comparación con marzo pasado.
Este logro es atribuido a la política migratoria de mano dura implementada desde el regreso de Trump a la presidencia en enero, que incluyó el despliegue de mil 500 militares adicionales para reforzar la seguridad en la frontera sur. El gobierno federal informó que el 28 de junio se alcanzó un récord aún más bajo, con apenas 137 detenciones, la menor cantidad diaria en 25 años.
A nivel nacional, sumando cruces marítimos y aéreos, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) reportó un total de 25,243 interceptaciones, lo que marca un descenso del 12% respecto al récord anterior registrado en febrero de este año, también durante la gestión de Trump.
De acuerdo con la secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, este descenso refleja que “el mundo entiende el mensaje: la frontera está cerrada para quienes violan la ley”. Además, por segundo mes consecutivo, la patrulla fronteriza no liberó a ninguno de los migrantes detenidos, ni siquiera a solicitantes de asilo.
El gobierno estadounidense destacó que estos resultados consolidan la política migratoria como un eje central para garantizar la seguridad nacional y el control de la frontera sur.
