El gobierno de México ha decidido revitalizar la marca Hecho en México como una estrategia para destacar la calidad y capacidad productiva del país, en medio de negociaciones arancelarias con Estados Unidos. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, señaló que esta iniciativa responde a la instrucción de la presidenta Claudia Sheinbaum de reforzar el reconocimiento de los productos nacionales y proyectar la fortaleza industrial de México en los mercados globales.
Durante la presentación del Consejo Promotor Hecho en México, Ebrard subrayó que el distintivo no solo busca proteger la producción nacional, sino también posicionarla como una opción competitiva frente a otros países. A esta estrategia se ha sumado el sector privado, con el objetivo de elevar el contenido nacional de las exportaciones. Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), destacó que la certificación representa una oportunidad para demostrar al mundo la capacidad manufacturera de México y su compromiso con la excelencia.
De acuerdo con el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), la denominación Hecho en México solo podrá ser utilizada en productos fabricados, ensamblados o manufacturados en el país con insumos de origen nacional en su totalidad, o que hayan pasado por un proceso de producción significativo en territorio mexicano. Además, los solicitantes deberán acreditar el cumplimiento de al menos uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
El uso de la certificación será otorgado por un período de cinco años, tras una evaluación que garantice el cumplimiento de los estándares de calidad y autenticidad. Como parte de esta estrategia, Ebrard viajará a Washington para reunirse con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, llevando consigo el sello Hecho en México, con la intención de reforzar el posicionamiento de la marca en el ámbito internacional.