México expresó este jueves su “profunda preocupación” por dos subastas de bienes prehispánicos mexicanos, las cuales tendrán lugar en noviembre en París, y envió una nota verbal al Gobierno francés para quejarse.
La Embajada de México en Francia argumentó, en una carta enviada al Ministerio de Exteriores, que la comercialización de piezas arqueológicas “fomenta la delincuencia transnacional y crea las condiciones propicias para la recrudescencia del pillaje de bienes culturales a través de excavaciones ilícitas”.
El documento recoge que este intercambio “despoja a los objetos invaluables de su esencia cultural, histórica, y simbólica“, y dice que los convierte en “mercancías o curiosidades” al separarlos de su origen antropológico.
La subasta “Arqueología, Arte de Oriente y Arte Precolombino” tendrá lugar en Artcurial el 2 de noviembre y la de “Arte Precolombino y obras maestras taínas de la colección de artes Fiore” se celebrará el día 10 en Christie’s.
En total, 371 lotes serán subastados en estas jornadas, entre los que se encuentran figuras femeninas de la cultura mezcala (300-100 a.C.) y un perro azteca (1400-1521 d.C.).
Los presidentes de esas dos casas de subastas recibieron una petición de anular estas operaciones por parte de la Embajada de México.
Christie’s afirmó en declaraciones a EFE que no hay “ninguna razón” para creer que su propiedad es de una fuente ilícita o que su venta es contraria a la ley francesa, ya que, aseguran, realizaron los controles pertinentes.
“Como custodios del arte, tenemos el deber de investigar cuidadosamente los objetos que manejamos y vendemos“, explicó la portavoz de Christie’s, que apuntó que uno de los requisitos es que los vendedores proporcionen evidencia de propiedad.
Además, como parte de las acciones para proteger el patrimonio cultural, México ha pedido a la Unesco que evite la comercialización de bienes culturales, atendiendo al dictamen del Instituto Nacional de Antropología e Historia mexicano (INAH).
Esa resolución, que reúne el número de piezas que pertenecen al patrimonio de este país y su procedencia, puntualiza que la legislación mexicana “prohíbe la exportación de bienes culturales” y recuerda el mandato de la Convención de 1970 de la Unesco.
Este tratado internacional recoge las medidas que deben tomarse para prohibir y prevenir la importación, exportación y transferencia de propiedad ilícitas de los bienes culturales.
En julio de este año, México y Francia firmaron una declaración de intenciones contra el comercio ilícito de bienes culturales que proponía un catálogo común de las piezas más relevantes a las que prestar atención desde ambos gobiernos.