JOSÉ INÉS FIGUEROA VITELA
Tamaulipas pone la muestra… y la ONU toma nota. El Congreso del Estado fue reconocido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, no sólo como pionero, sino como ejemplo para el país que debe adoptarse pronto.
Por su iniciativa, su visión… y por atreverse a hacer lo que otros aún ni siquiera intentan. D u r a n t e d o s d í a s , diputados y personal técnico se sentaron a estudiar, debatir y aprender de los expertos, los impulsores, los censores del avance en las políticas públicas contemporáneas de largo aliento, pactadas en el concierto global.
El curso “Legislar con enfoque de la Agenda 20-30” no fue sólo una capacitación de oficio, trámite o compromiso; fue en sí misma, una declaración de intenciones acompañada de práctica intensa y compromisos puntuales que nacen de convicciones.
“Eso es lo que están haciendo el día de hoy; muestran cómo sí se puede”, soltó DANIELA VALLARINO MONCADA, la enviada del PNUD, con un tono que iba más allá del protocolo.
Ahí, en voz de la propia ONU, se dejó claro: cuando esta Legislatura termine, podrá presumir no sólo cuántas leyes aprobó, sino cuánto cambió con ellas en los estilos, formas, proyectos de vida de los sectores populares.
El reconocimiento llegó con firma oficial. Convenio en mano, el Congreso de Tamaulipas, con representantes de todas las organizaciones políticopartidistas participando, se convirtió en el primero en el país en formalizar un acuerdo de este tipo con el organismo internacional.
Firmaron los tres: HUMBERTO PRIETO HERRERA, presidente de la Junta de Gobierno; CINTHYA LIZABETH JAIME, en la Mesa Directiva; y ARMANDO JAVIER ZERTUCHE ZUANI, como parte de la comisión relacionada.
No fue un evento más. “Es un hito para el PNUD en México”, dijo VALLARINO. Y remató: “Estamos a cinco años de 2030 -punto de referencia para el cumplimiento de las metas trazadas lustros atrás-. Es momento de acelerar el paso”, rubricó.
Porque ya no hay tiempo para discursos huecos y menos para burocracias que frenan el desarrollo parejo, sin que nadie se quede atrás que es el fin último de este movimiento.
Las h e r r a m i e n t a s legislativas ahora están puestas sobre la mesa, en la intención y en la capacitación, para que estas incidan en todos los órdenes y apartados de gobierno, ampliando alianzas y horizontes.
Toca al Congreso hacer efectivo en la práctica que cada iniciativa, cada ley, acuerdo, decreto, que cada dictamen, cada peso del presupuesto, tenga rostro… y tenga destino. Desde el presidium del fin de curso y firma del convenio de colaboración, H U M B E R T O P R I E T O agradeció la instrucción y la disposición del organismo internacional, pero más que eso, habló del reto: legislar no sólo con técnica, sino con visión.
“La pobreza, la desigualdad, la justicia, la salud, la educación, el medio ambiente, exigen un nuevo tipo de liderazgo”, dijo. Uno que no se esconda en la comodidad del escritorio sino uno que transforme realidades.
Las dimensiones alcanzadas por el Poder Legislativo Tamaulipeco, no pueden entenderse sino es de cara al ejercicio ejecutivo y liderazgo político del doctor AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, puntual, sereno, incluyente, sensible y comprometido, con visión de futuro.
De ahí parten las coincidencias con el liderazgo cameral, donde HUMBERTO PRIETO ha dado continuidad al nuevo humanismo tamaulipeco y en esa ocupación por los sectores más desprotegidos, aterrizan bien los postulados de la agenda 20-30.
Mucho se ha legislado bajo ese perfil; ponerle nombre, fortalecer los objetivos y ampliar su cobertura, son las consecuencias mediatas del esfuerzo de todos los diputados por capacitarse y estar a la altura de los retos de temporada y a futuro.
El reconocimiento y la fellicitación del organismo de la ONU no es cosa menor. ZERTUCHE lo sintetizó así: la Agenda 20-30 no es un documento ajeno a nuestra realidad, es, dijo, el gran desafío de estos tiempos.
Y lanzó un mensaje muy directo: el tiempo de los diagnósticos ha terminado. El tiempo de la acción ha comenzado. Ahí están los hechos. Ahora, toca darles seguimiento.