POR José Inés Figueroa Vitela
De cuando corría el pasado sexenio, el Fiscal General del Estado podía aclamar a la atenuante de que solo obedecía órdenes de su superior. Hoy, IRVING BARRIOS MOJICA debe asumir todas las consecuencias de sus dichos y sus silencios, de sus actos e inejercicios, sea o no, que se mantenga al servicio de la banda de los CABEZA DE VACA y sus Trukos operarios.
Envalentonado, ahora que le brotó el pelo, con renovados auspicios, ayer de plano declaró que no tiene por qué renunciar al cargo, porque fue electo para un período del que le quedan aún muchos años y no tiene mácula que le reclamen. Llegó hasta las vísperas, “nadando de a muertito”, ofreciendo su colaboración al nuevo orden, para sancionar a los crapulas del pasado sexenio y “mañana” entregar la renuncia al cargo, inspirado en ese cartel de los tendajos de barrio que reza: hoy no fio, mañana sí.
Con una amnesia muy conveniente, ayer dijo no acordarse del michoacanazo, de sus complicidades con GENARO GARCÍA LUNA -negando el proceso que se le abrió por la denuncia del ex jefe de la policía federal- y hasta de todas las detenciones de adversarios y víctimas de su último patrón.
“Que me lo señalen”, pidió el Fiscal cuando se le preguntó de aquello. Sí, ¿cómo no? Fue en el 2008 cuando el Comisario de la Policía Federal, JAVIER HERRERA VALLES, acusó ante el Presiedente CALDERON, al entonces Secretario de Seguridad Pública GENARO GARCÍA LUNA de actos de corrupción y como respuesta fue encarcelado, usando a “testigos protegidos” que luego confesaron haber recibido del entonces coordinador de fiscales de la PGR, IRVING BARRIOS, un millón de pesos a cambio de imputar a aquel.
Uno de esos “testigos” fue Sergio Villarreal Barragán, «El Grande», quien recién compareció en el juicio contra GARCÍA LUNA, en Estados Unidos, dando cuenta de los sobornos que le entregaron en aquellos años del calderonato, de parte de los cárteles de Juarez y Sinaloa.
El otro, José Salvador Puga Quintanilla, identificado en autos con el alias de “Pitufo”, quien en algún momento confesó que IRVING hasta le había pagado una liposucción, acá se le conoció más por la declaración en la que dijo haber entregado al entonces candidato panista a la alcaldía de Reynosa -2005-, CDV, 500 mil dólares para la campaña, de parte del “Jefe de Plaza”.
El hecho fue que el jefe polifederal fue encarcelado, en base a aquellas declaraciones fabricadas, por cuatro años, en los que no pudieron probarle las imputaciones, de tal manera que salió absuelto a denunciar a sus victimarios.
Esa es la primera querella en su contra conocida, de la que no se acuerda ahora IRVING BARRIOS, aunque google está lleno de referencias y todavía en el 2021 recibió requerimientos sobre ella, tras un prolongado litigio en el que han corrido sentencias y amparos de ambas partes, donde el debate ha sido la prescripción o no de los delitos, no el que no se hubieran cometido.
Del michoacanazo, hasta cantares hay y no fue sino la confirmación del modus operandi delincuencial que estrenó IRVING BARRIOS con el caso del Comisario HERRERA y en el inter, practicó igual con mandos militares y civiles que se interpusieron entre los apetitos de sus jefes GARCIA LUNA y CALDERON.
Del suceso aquel, refiere wikipedia, se trató de “la detención de 11 presidentes municipales, 16 altos funcionarios y un juez del estado de Michoacán[1] por elementos de la Policía Federal Preventiva y del Ejército Mexicano el 26 de mayo de 2009 por presuntos vínculos con el crimen organizado. Siendo Gobernador Constitucional del Estado de Michoacán el Lic. Leonel Godoy[2] del Partido de la Revolución Democrática ”.
Solo se agregaría que ya como Subprocurador de la República, IRVING BARRIOS encabezó el operativo y todos fueron absueltos, liberados, en cuanto pasó la elección estatal y la hermana del entonces presidente, COCOA CALDERON, abanderada por el PAN perdió la elección. De eso tampoco se acuerda IRVING; incluso, de su memoria se ha borrado la repetición de tales acciones en el pasado sexenio tamaulipeco, cuando, desde antes de llegar, al conocerse su nombre, ya se sabía a qué venía, a partir de sus oscuras prendas, inocultables.
En su caso, como en el del Auditor Superior, se modificó la ley porque no reunía los requisitos para asumir el cargo. No se tratará de un problema de memoria, en el que solo recuerde hechos recientes. Hace menos de un año, precisamente en las vísperas de la elección del actual gobierno, IRVING armó los expedientes y consiguió 14 órdenes de aprehensión contra prominentes morenistas tanaulipecos, incluidos alcaldes, legisladores y hasta los hijos del gobernador, HUMBERTO FRANCISCO y AMÉRICO VILLARREAL SANTIAGO.
Evidentenente, nunca debió llegar y menos tiene por qué permanecer. Retar a los tamaulipecos con ese amago de mantenerse en el cargo contra viento y marea, aparece como una afrenta que sólo presagia otros males.
La justicia no admite más demoras. La ceremonia semanal de honores a la bandera, encabezada por el Gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, estuvo bajo la organización del Ejército Mexicano, en presencia del Comandante de la 48 Zona Militar, el General ELPIDIO CANALES y se dedicó a la memoria del General matamorense LAURO VILLAR, partícipe de la heroica defensa de Palacio Nacional el 9 de febrero de 1913.
En presencia de funcionarios, empleados de diferentes dependencias, elementos de la Guardia Nacional y el Ejército, además del alcalde capitalino LALO GATTÁS, el Mandatario Estatal convocó a todo el equipo de gobierno a esmerarse en el servicio a los tamaulipecos.
Generar un ambiente positivo de trabajo y una conducta intachable; que se sientan representados por ellos; que cumpla su misión en el marco de la ley, en síntesis, un gobierno del que todos se sientan orgullosos.
En otra encuesta nacional dada a conocer ayer, el doctor AMÉRICO VILLARREAL ANAYA apoarece como el Segundo major calificado entre sus pares, con el 75 por ciento de los ciudadanos que aprueban su ejercicio.
