POR JOSÉ INÉS FIGUEROA VITELA
Cual marranos, cochinos y trompudos, quienes ya se van, no quieren hacerlo, y nunca debieron llegar, siguen batiéndose en el lodo. Berrean colgados de la balanza, cómo si tuvieran conciencia que “los cerdos de hoy, serán las carnitas del mañana”.
A un alto costo, cubierto con recursos ajenos, todavía esta semana han desatado otra campaña mediática, especialmente en la capital del país, pretendiendo crear escenarios alejados de la realidad, del decoro y el modo honesto de vivir de los tamaulipecos.
Con las mismas mentiras, inventadas, difundidas desde la precampaña, en la campaña y hasta el día de la elección; las mismas que nadie les ha creído y con las que no han logrado sus repetidas, cuan torcidas, intenciones.
Hoy, en las vísperas de que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, formalice la sentencia sobre la última impugnación a la elección tamaulipeca, tratan de convencer que todo eso, tantas veces desmentido y evidenciado en la torpe estrategia, es verdad.
Comprando espacios en columnas, medios y portales, repiten la cantaleta de que la delincuencia favoreció a la causa morenista y por eso ganaron la elección quienes ganaron… y ellos perdieron.
Lo hacen aludiendo a los mismos videos, documentos y publicaciones que también ellos mandaron maquilar y ya traen muy ajados, de tanto sacarlos, desde antes del inicio del proceso, en la pre, durante la campaña y el mismo día de la elección.
No les funcionó con los mandos partidistas, tampoco pudieron con la sabiduría popular que pronto se dio cuenta de sus falsedades y votó en contra de ellos, remitiéndolos al lado osbcuro de la historia estatal.
Ahora, pretenden engañar a los Magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, buscando revertir una decisión que ya se tomó, en estricto apego a la verdad y el derecho, ratificando la última, como las otras 14 impugnaciones antes desechadas.
Ayer que el Senador JOSÉ NARRO CÉSPEDES, estuvo con el embajador norteamericano KEN SALAZAR en la Cámara Alta, pudo confirmar que en efecto, el mentado “cable” de la DEA, hablando de complicidades de MORENA con el narco, es falso.
Ya antes se habían dado otros testimonios al respecto. Es el gobernador saliente CABEZA DE VACA y los calderonistas, quienes están atrás de esa campaña de lodo buscando impunidad, pero no lo van a lograr, declaró a los medios, algunos, de a tanto la línea, que igual luego cambiaron sus conceptos.
De las actividades personales y el destino, de una persona que en algún evento público se tomó una fotografía, con el propio Senador NARRO y su amigo, el gobernador electo de Tamaulipas, ambos alcararon fue una “instantánea”, de las tantas que se toman en política, pero no hubo reunion o relación personal con él.
Ahora saben, no existe orden de aprehensión emitida en su contra, pero si cometió algún delito, que lo denuncien quienes sepan de él, y de su destino, como de dos marinos que los panistas también aseguran, le acompañaban y están desaparecidos.
Los aludidos, igual remitieron a los acusadores, a la Secretaría de Marina y las Fiscalías, para que denuncien o prueben sus dichos.
“Están nerviosos, preocupados, desesperados, porque se le esta cayendo su argumentación contra el proceso de Tamaulipas”, dijo el legislador nacido en El Mante, pero representante de Zacatecas, donde estudió, e hizo carrera y toda una vida.
La base de la última impugnación se remite al dicho de que fue una narcocampaña, que no tienen forma de demostrar, porque nunca existió.
NARRO, explicó así la escena que traen de novedad los panistas: “En esa comida, AMÉRICO era candidato y había comensales; uno que se para y pide una foto; pidió sacársela con los que estabamos ahi; no había ningun indicio de delito, entiendo que no tiene una orden de aprehensión”, dice de quien aparece en la gráfica aquella.
“Todos los datos sobre transferencias –abunda-, es un texto de cable falso. No tiene ninguna verdad. Es la argumentación para tartar de afectar a los miles de tamaulipecos que fueron a votar por MORENA y AMÉRICO, a pesar de todas las presiones, del hostigamiento, de la campaña de estado que ellos sí hicieron”.
Tales acciones, ciertamente, responden a la desesperación del gobernador saliente, porque se sabe perdido, una vez más, en su intento por arrebatar la voluntad de los tamaulipecos, expresada en las urnas.